El ministro de Economía, Jeremy Hunt, presentará en la Cámara de los Comunes la llamada "Declaración de Otoño", que contiene detalles del presupuesto del Ejecutivo para los próximos meses en momentos en que los datos oficiales apuntan a que el Reino Unido va camino de la recesión, que, según el Banco de Inglaterra, será prolongada.
El Gobierno ha estado trabajando en los nuevos planes desde que Sunak asumió como primer ministro el pasado 25 de octubre, después de que su predecesora, Liz Truss, se viera forzada a dimitir a raíz de las turbulencias que su programa económico, con recortes fiscales, había provocado en los mercados financieros.
DECISIONES "DIFÍCILES" PARA FRENAR LA INFLACIÓN
Sunak y Hunt han advertido de que deberán tomarse "decisiones difíciles" para frenar la inflación e impedir incrementar el nivel de endeudamiento que tiene el país, pero han prometido que los grupos más vulnerables, con los menores ingresos, serán protegidos.
A la espera de conocer los detalles, se espera que el Gobierno incremente en unos 20.000 millones de libras (22.800 millones de euros) la recaudación fiscal y decida un recorte del gasto por valor de 35.000 millones de libras (39.900 millones de euros).
Los expertos británicos han calculado que el Gobierno de Sunak tiene que lidiar con un agujero de 55.000 millones de libras (62.700 millones de euros) en las finanzas públicas.
Se estima que la recaudación adicional que busca el Ejecutivo proceda de la congelación del umbral a partir del cual los ciudadanos empiezan a pagar impuestos dependiendo del sueldo.
Esto puede afectar a los contribuyentes que reciben un incremento de los salarios al ritmo de la inflación porque, sin un incremento del umbral, muchos pueden terminar pagando más impuestos.
Otra fuente de ingresos adicionales para las arcas públicas puede proceder de un aumento del impuesto municipal, ya que actualmente los ayuntamientos no están autorizados a subir el impuesto por encima del 3 % anual, pero hay conjeturas de que este límite puede llegar al 5 %.
IMPUESTOS A LAS ENERGÉTICAS
Está por verse que hará Sunak con los impuestos a los abultados beneficios de las compañías de petróleo y gas, después de que estas empresas se beneficiasen del incremento de los precios energéticos en todo el mundo a raíz de la pandemia y la guerra en Ucrania.
A principios de año, el Gobierno había introducido un impuesto extraordinario del 25 % a los beneficios de las petroleras, pero se aplicaba únicamente a los beneficios generados de la extracción de gas y petróleo en el Reino Unido, pero no de otras actividades.
Otra fuente de ingresos fiscales puede venir del alza del impuesto a las ganancias por capital, que se paga por un beneficio obtenido de la venta de un activo -una segunda vivienda o acciones-.
Los británicos están pendientes de conocer los próximos pasos del Gobierno para ayudar a la población ante el aumento del precio de la energía, después de que Truss fijara un límite -de 2.500 libras (2.850 euros) anuales- en el monto que los hogares pagarían por el gas y la electricidad, algo que se mantendría por dos años, pero que la actual administración británica considera insostenible.
Está por verse también qué áreas del sector público se verán afectadas por el recorte del gasto, si bien el Ejecutivo ha indicado que la Sanidad -NHS, Servicio Nacional de Salud- estaría protegida.
Sunak ha prometido ayudas para los grupos con los menores ingresos, entre ellos los pensionistas, por lo que se espera que mantenga los incrementos de las pensiones y los subsidios estatales al ritmo del aumento de la inflación.
CONTRACCIÓN ECONÓMICA
El producto interior bruto (PIB) del Reino Unido cayó el 0,2 % entre julio y septiembre, frente al crecimiento del 0,2 % en los tres meses anteriores, arrastrado por el sector industrial.
A finales de septiembre, la deuda acumulada del Reino Unido se situaba en 2,45 billones de libras (2,80 billones de euros), lo que equivale al 98 % del PIB.
Para frenar la inflación, el Banco de Inglaterra anunció recientemente una subida de los tipos de interés de 0,75 puntos porcentuales, hasta el 3 %, el nivel más alto desde 2008.