Ello es producto de la crisis energética por la que atraviesa la isla con apagones que pueden llegar hasta las 12 horas diarias.
La situación se complicó con el paso del huracán Ian a finales de septiembre por el occidente de la isla.
Para esta jornada, la UNE estima una capacidad de generación eléctrica de 2.012 megavatios (MW) en la "hora pico" y una demanda de 3.100 MW.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.088 MW y la afectación -lo que se desconectará realmente- se ubicará en los 1.158 MW, acorde con la UNE.
Los apagones -por roturas y fallos en las anticuadas plantas termoeléctricas, la falta de combustible y los mantenimientos programados- son habituales desde hace varios meses en la isla.
Siete de las ocho centrales terrestres tienen más de 40 años, cuando la edad media de estas infraestructuras es de 30.
El Gobierno cubano anunció en septiembre que pretende reducir los apagones antes de finales de este año con reparaciones y nuevas inversiones.
Desde julio se han registrado protestas en todo el país por este motivo, que aumentaron entre finales de septiembre y principios de octubre.
Los apagones fueron uno de los principales motivos tras las protestas contra el Gobierno del 11 de julio del año pasado, las mayores en décadas.