El Banco del Pacífico, una institución financiera con 51 % de aportación de capital del sector público, informó que la única oferta recibida para su adquisición presentaba "un valor muy alejado de un mínimo razonable (al menos el valor del patrimonio)".
Para este banco público, declarar el proceso de venta como desierto "garantiza los mejores intereses del accionista, que en definitiva es toda la ciudadanía".
Pese a que la institución prevé unas utilidades (beneficios) de cerca de 300 millones de dólares para este 2022, achacó la recepción de sólo una oferta por debajo de lo esperado a "las actuales circunstancias de los mercados financieros mundiales".
También lo atribuyó a "la elevada prima de riesgo, a las constantes subidas de tasas de interés y a incertidumbres por procesos legales y políticos, tanto locales como en la región".
El proceso de venta del banco público fue impulsado tras la llegada al poder del actual presidente de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso, quien consideró que lo más conveniente era hacer un proceso internacional para que fuese adquirido por un banco extranjero que entrase al mercado bancario ecuatoriano.