Lo hizo en una conversación pública en Twitter Spaces, el servicio de audio en directo de la red social, en la que vino a confirmar su intención de convertir la plataforma en una suerte de "app para todo" al estilo de la china WeChat -que ofrece mensajería, pagos y compras, entre otras cosas-.
Musk dio a entender que, al menos inicialmente, estos servicios estarían disponibles solo para los abonados a Twitter Blue, la suscripción de pago que ahora también dará a sus abonados el "tick" azul antes reservado a las cuentas verificadas.
Según explicó el empresario, entre otras cosas se baraja que quien pague los 8 dólares mensuales que cuesta Twitter Blue pueda tener la opción de enviar dinero a otra persona en Twitter y de enlazar su cuenta bancaria con la red social.
El siguiente paso, aseguró, podría ser ofrecer cuentas bancarias que den altos intereses y más adelante se podrían incorporar tarjetas de débito o cheques, por ejemplo.
Algunas tecnológicas como Apple ya ofrecen actualmente cuentas de ahorro, como también hacen compañías especializadas en pagos digitales como PayPal.
Musk tiene una importante experiencia en este ámbito, pues fue cofundador de X.com, una de las primeras plataformas financieras digitales, que luego se integró en PayPal.
En paralelo, hoy se supo que Twitter remitió la semana pasada documentación a las autoridades estadounidenses necesaria para poder procesar pagos, según una notificación vista por The New York Times.
CONTROL DE CONTENIDOS Y ANUNCIANTES
Además, hoy confirmó que tiene intención de apostar más por el video y de facilitar que los creadores de contenidos puedan obtener ingresos por compartir su trabajo en Twitter, tal y como hacen muchas otras plataformas.
Aunque tocó diversas cuestiones, Musk dirigió su sesión en Twitter Spaces principalmente a los anunciantes, después de que varias empresas hayan optado por paralizar su publicidad en la red social por las dudas sobre su funcionamiento y su futuro en las manos del hombre más rico del mundo.
Musk buscó tranquilizar a los anunciantes asegurando una vez más que, pese sus promesas de proteger por encima de todo la libertad de expresión, no quiere que proliferen en Twitter contenidos problemáticos.
En ese sentido, dijo que no habrá cambios de calado en las políticas de moderación mientras no se establezca el consejo de expertos que ha prometido con ese fin, algo que podría tardar meses, según apuntó hoy.
Además, defendió que su idea de dar el "tick" azul a los usuarios de pago será una herramienta importante para combatir las cuentas falsas y los bots, al encarecer mucho el proceso.
También vaticinó que los mensajes de cuentas sin ese distintivo se convertirán en algo parecido a los correos electrónicos que van a parar a la carpeta de "spam", es decir, que serán visibles pero tendrán mucho menos alcance.
Sobre su repentina decisión de retirar tras apenas unas horas el nuevo distintivo gris de "oficial" que se había dado a cuentas verificadas de relevancia, Musk dijo que era "una pesadilla" desde el punto de vista estético y que "era otra forma de crear un sistema de dos clases" entre los usuarios.