Los trabajadores del sector tienen previsto reagruparse mañana martes en una gran marcha en Lausana, como parte de unas protestas que ya se iniciaron en octubre en otras zonas del país como Basilea (norte) o el Tesino (sur) y proseguirán a finales de esta semana en Zúrich, la mayor ciudad de Suiza, indicó la televisión nacional RTS.
Los albañiles helvéticos denuncian que la patronal quiere una flexibilización de jornadas que podría suponer hasta 58 horas semanales de trabajo, en muchas ocasiones de alto riesgo, y también temen que un nuevo convenio facilite los despidos y perjudique especialmente a los trabajadores de mayor edad en el sector.
Desde la patronal, la Sociedad Suiza de Empresarios (SSE) defiende que la flexibilización que solicitan serviría para atender las necesidades de las generaciones más jóvenes y adaptaría mejor los tiempos de trabajo de los trabajadores de más edad, aún muy demandados por la escasez de mano de obra cualificada.
Sindicatos y empresarios han sostenido seis rondas de negociaciones para un convenio colectivo nacional, que proseguirán a mediados de este mes, tras esta semana de protestas.
El convenio afectaría a unos 80.000 albañiles en Suiza, y desde mediados de octubre la cuarta parte de éstos han votado a favor de celebrar manifestaciones, huelgas y otros actos de protesta en las distintas ciudades del país.