Entre estos fallecimientos, las autoridades sanitarias han informado de casi 4.000 muertes en España, más de 1.000 en Portugal, más de 3.200 en Reino Unido y alrededor de 4.500 en Alemania durante los tres meses de verano.
Se espera que esta estimación aumente a medida que más países informen en profundidad sobre el exceso de muertes debidas al calor, afirman desde el organismo sanitario de las Naciones Unidas.
Por ejemplo, el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (INSEE) de Francia ha informado de que entre el 1 de junio y el 22 de agosto de 2022 murieron más de 11.000 personas más que en el mismo periodo de 2019, el último año antes de la pandemia de COVID-19.
El INSEE ha sugerido que estas cifras “probablemente se explican por la ola de calor que se produjo a mediados de julio, tras un episodio inicial de ola de calor ya a mediados de junio”.
Las temperaturas extremas fueron la causa de la pérdida de más de 148.000 vidas en la región europea en los 50 años anteriores, mientras que en sólo un año desde entonces se han perdido, al menos, otras 15.000 vidas.
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