La jefa de la legación británica permaneció aproximadamente media hora en el interior de la sede del Ministerio de Exteriores y la abandonó rusa sin hacer declaraciones.
A la entrada se encontró con un grupo de estudiantes que coreaban "el Reino Unido es un Estado terrorista", pero no la esperaban a la salida, según constató EFE-EPA.
Exteriores ya adelantó la víspera que citaría a Bronnert para presentarle supuestas "pruebas" de la implicación del Reino Unido en estos dos acciones "terroristas".
La diplomacia rusa prometió hacer públicas esas "pruebas".
"Por supuesto, no hay duda de que los servicios de inteligencia británicos están involucrados en el ataque terrorista a la base de la Flota del Mar Negro en Sebastopol el 29 de octubre y el sabotaje en los Nord Stream", señaló el miércoles la portavoz de Exteriores, María Zajárova, en su rueda de prensa semanal.
Indicó que esto no quedará sin respuesta, tal y como ya adelantó el Kremlin y la diplomacia rusa en el Consejo de Seguridad de la ONU esta semana.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sostuvo el martes que los servicios de seguridad rusos tienen información que "indica que consultores militares británicos supervisaron y coordinaron el ataque contra la bahía de Sebastopol" con drones navales ucranianos que dañó un dragaminas ruso.
También hay información "de que el Reino Unido tiene relación con el acto de sabotaje o, como decimos en Rusia, el ataque terrorista contra infraestructuras energéticas críticas", añadió sobre las fugas detectadas en los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2.
El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, sostuvo hoy que las fuerzas navales británicas "participaron en la planificación e implementación" de las detonaciones en los gasoductos.
Además, como "evidencia" de la supuesta implicación británica Moscú se basa en un mensaje que presuntamente envió la entonces primera ministra británica, Liz Truss, al secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken.
"Todo está hecho", le habría escrito Truss, según Moscú, aplicando este texto sin pruebas a las explosiones registradas en los gasoductos.
Según el Kremlin y la operadora de los gasoductos, Nord Stream AG, había dos cráteres "no naturales" de entre 3 y 5 metros de profundidad en el lecho del Nord Stream.
De acuerdo con Rusia, en el Nord Stream resultaron dañados los dos hilos, en tanto que en el Nord Stream 2 solo uno.
Ambos gasoductos estaban inactivos pero llenos de gas en el momento de la explosión, el primero por una fuga de aceite detectada supuestamente en la única estación compresora que aún funcionaba en territorio ruso y el segundo por la negativa de Alemania a concederle la certificación incluso antes del inicio de la campaña militar de Rusia en Ucrania.