Las tortugas fueron liberadas del refugio de vida silvestre Chacocente, ubicado en el municipio de Santa Teresa, departamento de Carazo (suroeste), donde nacieron en un vivero, hacia las aguas del océano Pacífico, indicó en una declaración el Ejército de Nicaragua, que participó de esa actividad ecoturística.
Trabajadores del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), soldados del Ejército y guardaparques, con el millar de tortuguillos en contenedores plásticos, soltaron las tortugas en la arena a unos metros del mar, de acuerdo con las imágenes compartidas a los medios.
El refugio de vida silvestre Chacocente es uno de los siete lugares en el mundo donde arriban tortugas paslama, carey, tora y torita, entre otras especies de animales que se encuentran en peligro de extinción, según el Marena.
Ese refugio animal tiene una extensión de 6.503 manzanas (4.584 hectáreas) y está localizado en la zona costera del océano Pacífico nicaragüense.
Asimismo, el Ejército informó que del 3 al 31 de octubre pasados arribaron al refugio de vida silvestre La Flor, municipio de San Juan del Sur, departamento de Rivas, también en el Pacífico, 22.613 tortugas marinas de la especie paslama.
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Tortugas y su “temporada de arribadas”
En Nicaragua es conocida como “temporada de arribadas” la llegada masiva de tortugas y se extiende de julio a enero. Las arribadas masivas solamente ocurren en 7 playas del mundo, y de estas, dos están en Nicaragua, según el Marena. Las playas nicaragüenses preferidas por las tortugas marinas son Chacocente y La Flor.
Cualquiera de estas playas puede recibir hasta 4.000 tortugas en una sola noche, según los cálculos de la Dirección de Biodiversidad del Marena.
El Marena espera que en esta temporada arriben 120.000 tortugas y eclosionen 1,8 millones de crías en la costa del Pacífico.
Después de vivir unos 15 años en el océano, las tortugas regresan a anidar a la misma playa donde nacieron, probablemente en luna nueva o luna llena, de ahí que las arribadas masivas se pueden predecir, según las autoridades, que cada año emiten un calendario posible de estos fenómenos.