En un video divulgado en sus redes sociales, Bolsonaro evitó criticar otras protestas, como las ocurridas este mismo miércoles a las puertas de decenas de cuarteles del país y en las que sus simpatizantes exigieron una "intervención militar" que impida la investidura de Lula, prevista para el próximo 1 de enero.
"Liberen las carreteras", pidió el líder de la ultraderecha, quien acotó que el movimiento que le respalda no puede "perder su legitimidad".
Sin embargo, acotó que "otras manifestaciones que está habiendo en todo Brasil, en las plazas, son parte del juego democrático".
"A lo largo de este tiempo al frente de la Presidencia colaboré para que resurja el sentimiento patriótico, el amor a la Patria y a los colores verde y amarillo de la bandera, la defensa de la familia y la libertad" y "no podemos alejarnos de eso", indicó.
También, en aparente alusión a su derrota en las urnas, declaró que está "triste y rabioso", pero afirmó que es "necesario mantener la cabeza en su lugar".
Los bloqueos en las carreteras por parte de camioneros de la ultraderecha que apoya a Bolsonaro comenzaron la madrugada del pasado lunes, unas horas después de que se confirmase la victoria de Lula en las elecciones, por una diferencia de escasos 1,8 puntos.
El movimiento perdió fuerza este miércoles, un día después de que el mandatario reconoció su derrota, tras 44 horas de silencio, y determinó la apertura del proceso de transición con el equipo de Lula, previsto para este jueves.
Según las últimas informaciones de la Policía de Carreteras, aún había un centenar de puntos de protestas de camioneros en 15 de los 27 estados del país, aunque en su mayoría eran bloqueos "parciales", que obstaculizaban pero no impedían el tránsito de vehículos.