La tensión sube y el sistema de seguridad está en alerta máxima, mientras el presidente Jair Bolsonaro se mantiene en silencio tras perder las elecciones el domingo contra Lula da Silva.
La convocatoria de este acto en Brasilia recuerda a la ocurrida en 2021 en Estados Unidos cuando el entonces presidente Donald Trump, dirigió un mitin cerca de la Casa Blanca. Luego sus seguidores atacaron la sede del Capitolio. El Congreso debía certificar los resultados electorales de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020.
Tras los graves incidentes, Trump había llamado a sus partidarios a retirarse: “Entiendo su dolor (...) tuvimos una elección que nos fue robada. Pero tienen que volver a casa ahora”, declaró.
Los tres poderes
La Plaza de los Tres Poderes, en Brasilia, alberga los edificios de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema.
La policía, de manera preventiva, ordenó cerrar el acceso a los vehículos, como medida “preventiva”, luego de “identificar un posible acto convocado allí por redes sociales”, informó la Secretaría de Seguridad del Distrito Federal.
Pasadas más de 36 horas desde el resultado oficial, Bolsonaro no se ha pronunciado sobre la ajustada victoria de Lula (50,9%-49,1%), que fue reconocida por varios aliados del gobierno, además de numerosos jefes de Estado extranjeros y el vicepresidente actual, Hamilton Mourao.
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Bloqueo de rutas
Entre tanto, persisten los bloqueos de las rutas por parte de seguidores del presidente Bolsonaro que no aceptan la derrota del líder de la derecha brasileña.
Los bloqueos de carreteras en varios estados de Brasil se acentuaron este martes por segundo día consecutivo.
La Policía Federal de Carreteras (PRF) reportó en la mañana más de 250 cortes totales o parciales en al menos 23 de los 27 estados brasileños.
“¡Lula no!”, rezaba un cartel colgado encima de un viaducto en Sao Paulo, donde también estaban bloqueadas varias rutas, incluida la que une la gran metrólopis con Rio de Janeiro, impidiendo la salida de buses entre ambas ciudades.
Un juez de la corte suprema determinó el lunes por la noche la “inmediata desobstrucción de las carreteras y vías públicas”, informó el Supremo Tribunal Federal.
Y ordenó que la PRF tome “todas las medidas” necesarias para liberar los caminos, bajo pena de imponer una multa a su director general, o de que sea preso por “desobediencia”.