El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, afirmó en una rueda de prensa telefónica que la primera vuelta del 2 de octubre "se llevó a cabo con fiabilidad y transparencia", y aseguró que Estados Unidos y el resto del mundo "tienen toda la confianza de que la segunda vuelta se conducirá de la misma manera".
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva ganó la primera vuelta con el 48,4 % de los votos frente al 43,2 % de Bolsonaro, quien obtuvo un resultado mejor del que pronosticaban los sondeos.
"Apoyamos el derecho del pueblo brasileño a elegir su próximo líder y confiamos en la capacidad de las autoridades para conducir la segunda ronda con el mismo profesionalismo, de forma pacífica y con deber cívico", dijo Price.
El portavoz subrayó que la fortaleza de la democracia brasileña está "demostrada" y que las instituciones del gigante suramericano "sirven como ejemplo" para los países del resto del continente y del mundo.
La campaña de Lula, favorito para las elecciones del domingo, denunció el jueves que Bolsonaro sigue una "táctica" para cuestionar el resultado de las urnas, en caso de una derrota.
El actual presidente, que aspira a un segundo mandato, ha sembrado dudas durante meses sobre la legitimidad de las urnas electrónicas, que el país utiliza desde 1996 sin que hayan sido objeto de denuncias por fraude; y sobre la actuación del Tribunal Superior Electoral y la Corte Suprema, a los que acusa de favorecer a su adversario.