Se tensa el pulso Gobierno-CGT por la huelga en las refinerías francesas

París, 13 oct (EFE).- La huelga en las refinerías francesas, que provoca el desabastecimiento de gasolineras, está tensando el pulso entre el sindicato que dirige la protesta, la CGT, y el Gobierno, que ha movilizado a la fuerza a más trabajadores y al tiempo pide a la petrolera Total que ceda en la negociación salarial.

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El Gobierno anunció hoy la segunda movilización forzosa de trabajadores en paro, la de un número no determinado de empleados del depósito de carburantes de TotalEnergies de Dunkerque (norte), para asegurar la salida de combustible.

Esa medida se anunció poco después de que el secretario general del sindicato Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez, acusara esta mañana al Gobierno de "echar más leña al fuego" con las primeras medidas de movilización forzosa de cuatro trabajadores de los depósitos de la refinería de Port Jérôme, en Normandía, que se hicieron efectivas el miércoles.

En una entrevista al canal BFMTV, Martínez ha indicado que avisó a la primera ministra, Élisabeth Borne, de que estaba haciendo "una estupidez" porque "la situación no se calma por la fuerza".

A su parecer, lo que habría que hacer es forzar a la petrolera TotalEnergies -propietaria de cuatro de las seis refinerías afectadas por la huelga- a que acepte las negociaciones salariales sin condiciones, algo que la CGT viene reclamando desde hace más de una semana.

Y ha descalificado como una operación de "comunicación" el anuncio hecho esta mañana por TotalEnergies de que va a atribuir una prima excepcional a sus trabajadores de todo el mundo equivalente a un mes de salario como forma de compartir sus beneficios excepcionales de este año.

El gigante francés de los hidrocarburos en un comunicado también aprovecha para cargar contra la CGT por continuar los bloqueos de las refinerías y considera que "no se dan las condiciones para organizar las negociaciones con todas las organizaciones representativas".

Para Martínez, la propuesta de un mes de salario no responde a lo que reclama su sindicato, que no es una prima excepcional sino una subida salarial del 10 % (por tanto consolidable) para compensar la pérdida de poder adquisitivo por la inflación y para que los trabajadores se beneficien de una parte de los beneficios excepcionales que está obteniendo la empresa.

El Gobierno, por una parte, trataba de presionar a la CGT para que levante los bloqueos en las refinerías con la amenaza de ampliar la movilización forzosa de trabajadores del depósito de Dunkerque, sugerida esta mañana por la ministra de la Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, y materializada pocas horas después.

Pero por otra indica, como lo han hecho esta mañana la propia Pannier Runacher, y el ministro de Economía, Bruno Le Maire, en otra entrevista en la radio RTL, en que TotalEnergies tiene que ceder en los salarios y lo tiene que hacer ya.

La ministra ha repetido, como lo hizo anoche el presidente, Emmanuel Macron, que el conflicto lo deben resolver la empresa y los sindicatos en la mesa de negociaciones, y a ese respecto ha subrayado que "Total debe aumentar los salarios". Ha recordado que había prometido que los subiría y ahora "es el momento de hacerlo".

Martínez se ha quejado de "un ataque directo" de Macron contra su sindicato cuando anoche señaló que la CGT tenía que "dejar funcionar el país".

El presidente, que también avisó de que habrá más movilizaciones forzadas de trabajadores si la situación no se desbloquea, dijo esperar, en una entrevista a la televisión France 2, que la vuelta a la normalidad en las gasolineras llegue durante la semana próxima.

Según las cifras del Ejecutivo, falta combustible en un 30 % de las gasolineras del país, sobre todo en las de la región Hauts de France, fronteriza con Bélgica, donde el porcentaje es del 40 %.

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