“Nuestro equipo en la central nuclear de Zaporiyia me informó esta mañana de que la planta ha perdido toda su energía externa por segunda vez en cinco días”, informó el director general de la agencia atómica de Naciones Unidas, Rafael Grossi.
"Sus generadores diesel de respaldo están ahora proporcionando electricidad para sus funciones de seguridad y protección nuclear", agregó en un mensaje en Twitter.
Si bien los seis reactores de la central están apagados, el suministro continuo de electricidad es imprescindible para mantener frío el combustible nuclear en su interior y evitar un posible accidente.
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El OIEA, que tiene dos observadores presentes en la planta, trata de impulsar la creación de una zona de seguridad alrededor de la planta y para ello Grossi estuvo ayer en Moscú, que se ha apropiado por decreto de la planta ocupada.
Rusia y Ucrania se han culpado mutuamente de los bombardeos en los alrededores de la mayor central nuclear de Europa, que han dañado algunos de los edificios de la instalación y el sistema de suministro eléctrico.
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"Esta pérdida repetida de energía es un acontecimiento profundamente preocupante y subraya la necesidad urgente de una zona de protección de seguridad nuclear alrededor del lugar", subrayó Grossi.
El regulador ucraniano ha advertido también en el pasado de lo delicado de la situación, ya que si los generadores de emergencia se quedaran sin combustible o dejaran de funcionar por cualquier motivo podría producirse una fusión del núcleo de los reactores y a una liberación de radiactividad potencialmente catastrófica.