"Nuevamente hay que aclarar que Rusia no amenaza a nadie con el uso de armas nucleares", dijo Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores ruso, en declaraciones a la agencia RIA Nóvosti.
Ante la escalada de los últimos días, provocada por la explosión ocurrida en el puente de Crimea, el G7 y la OTAN convocaron sendas reuniones para abordar las "brutales" represalias del Kremlin.
RETÓRICA NUCLEAR
Moscú advirtió hoy a Estados Unidos y sus aliados del peligro que supone una "escalada descontrolada" debido a su abierto apoyo a Ucrania.
"Es evidente que un choque directo con EEUU y la OTAN no sirve a los intereses de Rusia. Avisamos y confiamos en que en Washington y otras capitales occidentales son conscientes del peligro de una escalada descontrolada", subrayó el diplomático ruso.
Riabkov subrayó que la política de Moscú en materia de contención nuclear únicamente contempla el empleo de armas atómicas en el caso de contar con información fidedigna del lanzamiento de misiles balísticos o de un ataque nuclear o con armas de destrucción masiva.
Además, añadió, Rusia recurrirá a este tipos de armas en caso de un ataque a infraestructuras que de ser dañadas impidan acciones de respuesta de las fuerzas nucleares del país o de un ataque con armas convencionales que suponga una amenaza existencial para el Estado ruso.
Esos ataques tendrían que dirigirse contra la Federación Rusa o sus aliados, por ejemplo, Bielorrusia, que ha cedido su territorio para la "operación militar especial" en Ucrania.
"Con el trasfondo de los acontecimientos en Ucrania, Estados Unidos y los países dependientes de él emplean activamente la retórica nuclear" e intentan presentar la situación como si Rusia estuviera dispuesta a utilizas armas de destrucción masiva, lamentó.
En la misma línea, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, apeló a la responsabilidad de los que "especulan constantemente sobre una guerra nuclear".
"No hay que caldear este tema de manera artificial", subrayó en la televisión pública.
PUTIN RECIBE A GROSSI
Mientras los diplomáticos rusos negaban las acusaciones de "chantaje nuclear", el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, recibía en San Petersburgo a Grossi.
Putin, que decretó recientemente que la planta de Zaporiyia pase a propiedad del Estado ruso, se mostró dispuesto a abordar abiertamente la situación en torno a la mayor central nuclear de Europa.
En respuesta, el argentino subrayó "la suma importancia" del encuentro, ya que los asuntos a tratar "tienen relación directa con la seguridad física de la central de Zaporiyia".
"Yo me he esforzado para evitar una accidente nuclear que puede tener funestas consecuencias para toda la región", dijo.
Tras reunirse la pasada semana con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el funcionario argentino subrayó que para el OIEA la planta "es una instalación ucraniana" que pertenece a Energoatom, la corporación atómica ucraniana.
"Por supuesto, vemos que hoy se observan elementos de una innecesaria y peligrosa politización de todo lo que tiene relación con la actividad atómica. Confiamos en que gracias a sus esfuerzos logremos rebajar toda esta retórica", respondió Putin.
Al término de la reunión, el OIEA publicó un comunicado en el que advierte que "la situación en la región alrededor de la central nuclear de Zaporiyia y en otros lugares se ha vuelto cada vez más peligrosa, precaria y desafiante, con frecuentes ataques militares que también pueden amenazar la seguridad nuclear".
"Ahora más que nunca, en estos tiempos extremadamente difíciles, debe establecerse una zona de protección alrededor de la planta nuclear de Zaporiyia", agregó Grossi, según la nota oficial.
BOMBARDEOS MASIVOS
Después de una jornada de bombardeos masivos que dejaron una veintena de muertos y graves daños en la infraestructura civil ucraniana, el Ejército ruso asestó el martes otra andanada de ataques contra objetivos en el país vecino.
En esta ocasión, los misiles de largo alcance lanzados por la aviación y la armada rusa tuvieron como objetivo centros de mando militar y la red energética ucraniana, ya muy dañada la víspera, lo que provocó cortes en muchas de las urbes afectadas.
"El objetivo del ataque se ha logrado. Todas las instalaciones señaladas han sido alcanzadas", dijo Ígor Konashénkov, portavoz castrense.
Los ataques rusos con armas presuntamente de alta precisión causaron grandes desperfectos en escuelas y edificios culturales y administrativos, especialmente en la capital, Kiev.
Además de prometer que Putin rendirá cuentas por las "atrocidades" cometidas en Ucrania, el presidente de EEUU, Joe Biden, prometió en conversación telefónica a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, el suministro de baterías antimisiles.