"Madre, míranos con ternura, queremos unirnos como pueblo" fue el lema de esta 48ª peregrinación, que volvió a partir desde la Parroquia de San Cayetano, ubicada en el barrio porteño de Liniers, justo en el límite jurisdiccional entre la capital y la provincia de Buenos Aires.
Desde allí, multitud de jóvenes recorrieron unos 60 kilómetros de la ruta nacional 7, atravesando seis municipios bonaerenses, hasta llegar al santuario de Luján, en donde el arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, oficiará la misa del domingo.
Durante su travesía, los peregrinos contaron con la asistencia de unos 6.000 voluntarios, así como puestos sanitarios y establecimientos con comida y bebida.
En esta ocasión, la diócesis de Morón fue la responsable de trasladar la imagen de la Virgen durante todo el recorrido, en donde la masividad volvió a ser protagonista luego de dos ediciones truncadas por la pandemia de coronavirus.
Organizada en 1975, la primera caminata de jóvenes hacia Luján reunió a 30.000 personas y desde entonces la cantidad de participantes se ha incrementado notablemente, hasta superar los 2 millones de peregrinos en algunas ediciones.