"Brasil lleva diez años alimentando la intolerancia. Este domingo la sociedad va a decir basta", dijo en una rueda de prensa Haddad, quien en 2018 fue el candidato del PT en las elecciones presidenciales, cuando fue derrotado por el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Brasil celebra este domingo elecciones presidenciales, legislativas y regionales, en las que Haddad lidera los sondeos de intención de voto de cara a dirigir el Ejecutivo de Sao Paulo, el estado más rico y poblado del país, con cerca de 44 millones de habitantes.
Haddad opinó que "todo el mundo" está deseando que mañana haya "un desenlace" de las elecciones presidenciales, con una victoria de Lula en la primera vuelta, algo que es posible según las principales encuestas.
Según las últimas encuestas, Lula tiene el 48 % de la intención de voto, frente al 34 % de Bolsonaro, lo que le otorga posibilidades de superar la mitad de los votos válidos este domingo y le garantizaría una vitoria en la primera vuelta.
En estas elecciones, según Haddad, se decide "si Brasil se mantiene aislado como una republiqueta fundamentalista" o si el país se vuelve a "abrir al diálogo" con el mundo.
Subrayó que en los últimos cuatro años, el Gobierno de Bolsonaro "estimuló" la violencia, la intolerancia y el racismo y "corrompió" las libertades civiles y la situación económica del país.
"Veo un país amenazado", sentenció Haddad, quien según las encuestas, se disputará el Gobierno de Sao Paulo en una segunda vuelta con Tarcísio de Freitas, exministro de Infraestructura en el Gobierno de Bolsonaro.
El candidato del PT consideró importante que los Gobiernos de Brasil y Sao Paulo sean del mismo color para fomentar una "alineación" en las políticas de combate a la miseria y el desarrollo económico, que constituyen los ejes de sus propuestas.