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¿Por qué Paraguay es de alto interés para la UE?
-Por dos motivos: por un lado, detectamos una necesidad y segundo porque Paraguay es un país de gran potencial. Se podrán discutir muchas cosas, pero no hay duda que Paraguay dio un salto enorme en las últimas décadas.
Se está transformando muy deprisa. Con bono demográfico favorable y una juventud con muchas ganas de trabajar. A veces desde adentro no se ven los enormes avances que se están dando. La rapidez con la que van es enorme y la UE ve eso: potencial.
Paraguay mejoró prácticamente en todas las materias. No quiere decir que todo se resolvió. El desafío del país es tener una clase media amplia y fuerte, y no es que la UE lo decida. Es que el propio Gobierno nos dice ‘esto es lo que buscamos’
Son tres décadas de vínculos directos ¿Qué puede destacar de estos años?
- En 1992 es que se firma la cooperación marco. Celebramos ya 30 años. Haciendo un poco de historia, en ese entonces no había una embajada propiamente, lo que había es una oficina de la cooperación.
La Unión Europea es un proyecto político totalmente innovador y Paraguay es un país importante para la UE.
¿Cuáles son los principales marcos de cooperación? Entiendo que tienen ciclos presupuestarios.
-Los ciclos presupuestarios de la UE duran siete años. Estamos entrando ahora en uno nuevo. Son periodos amplios que demuestran compromisos. Por ejemplo, del periodo anterior muchos fondos se están ejecutando todavía en Paraguay.
También, del periodo anterior Paraguay era el tercer país que más fondos recibía de cooperación bilateral de la UE en América Latina; y en América del Sur, es el segundo, después de Bolivia. Hablamos de 168 millones de euros para siete años.
Ahora, entramos en un nuevo ciclo que comenzó en 2021, y lo que hemos hecho fue adaptarlo a los avances que se han producido en el país y que son notables.
Se han dado pasos. Pero falta.
-Exacto, y nosotros hemos evolucionado. Paraguay no es un país pobre. Técnicamente es un país de renta media-alta. Acá dedicamos la mayoría de nuestros fondos a la educación.
¿En qué consiste esa ayuda?
-La gente cree que nosotros decidimos el contenido del currículum educativo y no, no nos metemos en eso en absoluto.
Nosotros trabajamos con el Gobierno a través del Ministerio de Hacienda que es el que recibe los fondos. Porque hacemos ayuda presupuestaria directa.
Eso no significa que se eche el dinero en un saco. Hay asistencia técnica, controles, evaluaciones e indicadores y conforme a eso se va regulando.
Entonces, con la educación buscamos contribuir a mejorar el nivel de los profesores, por ejemplo.
También, apoyamos la protección social. Esos son como dos grandes capítulos.
Pero además tenemos otros pilares, más pequeños, como gobernanza (derechos humanos, elecciones, democracia) y apoyo a las pequeñas y medianas empresas.
Con los avances que menciona ¿significa que se reducirá la cooperación?
-Entramos en un nuevo ciclo presupuestario, y habrá menos plata, sí. Pero porque Paraguay mejoró mucho y además hizo las cosas bien.
Las prioridades ahora son dos: crecimiento sostenible o economía verde y digitalizada; y la lucha contra las desigualdades.
Esto describe la cooperación bilateral. ¿También existe una regional?
-Sí, son fondos para proyectos regionales. Por ejemplo, crimen organizado. Problemas globales a resolver con perspectiva global. Paraguay va bien en esto.
Uno de los temas que más preocupa es el crimen organizado. Tenemos tres proyectos regionales: uno es el combate a la droga. El enfoque europeo es atacar desde dos perspectivas el narcotráfico: la oferta y la demanda.
REGIONAL
¿Avanzará el acuerdo UE-Mercosur?
-Tenemos el acuerdo de asociación Mercosur-UE a la espera de su ratificación.
Desde la UE estamos haciendo todo lo posible para avanzar. Además, hay un momento geopolítico muy interesante. Hay algo que ya sabíamos sobre la complementariedad, pero la guerra en Ucrania con sus secuelas más la pandemia hicieron más evidentes las ventajas de una apertura. Paraguay y Uruguay tienen mucho por ganar con este acuerdo.
El Mercosur es un gran productor agrícola. La UE es una potencia industrial. El acuerdo tiene enemigos en los dos lados. Hay gente contenta y otro sector que no.
En conjunto, está demostrado que la cooperación mejora las zonas integradas.
China y Rusia avanzan en América Latina. ¿Cómo percibe esto la UE?
-Esto enlaza con lo del acuerdo UE-Mercosur. Qué mejor manera de mostrar interés que concretar proyectos y poner las cosas encima de la mesa.
China aumentó su presencia de manera exponencial. En Paraguay quizás se nota menos por la situación de que no hay relaciones oficiales.
No hay relaciones directas, pero sí comercio fluido.
-Los chinos construyen megainfraestructuras y de esto nada que objetar, nosotros apoyamos el libre mercado. Pero también sabemos que es un modelo muy diferente al nuestro.
Y creo que allí es donde la UE tiene mucho que decir en América Latina.
¿Cuál es su modelo?
-Es democrático, respeto a los derechos humanos y libre mercado. En nuestros países existen grandes clases medias que son realmente el gran colchón de protección social, y permite que haya una gran cohesión social; y funciona.
Existen otros modelos, pero a mí particularmente no me atraen. Prefiero sociedades abiertas, libres, donde la gente pueda opinar y no te traten como una masa, sino como un individuo; y donde respeten mis derechos.
¿Qué mirada tiene la UE sobre la situación en el estrecho de Taiwán? La situación es delicada.
-Nuestra posición es clara. Sería un error replicar en Taiwán lo que ha hecho Rusia en Ucrania.
Independientemente del resultado, sería un gran desprestigio para China. Y en ese sentido, confío en que el sentido común prevalezca.
Guerra en Ucrania
¿Cuál es la posición actual de la UE sobre el conflicto Ucrania-Rusia?
-Fue muy clara desde el primer momento. Esto es una violación flagrante de los principios más básicos del derecho internacional.
Aquí hubo transgresión de muchos principios: de independencia, de soberanía e integridad territorial.
Sé que hay gente que defiende la posición de Rusia, una superpotencia, que necesita ser conocida y esas cosas, y hay muchos detalles por discutir. Pero desde el momento en que cruzas la raya y metes unos 120.000 soldados y te apropias de un país, qué sentido tiene esta discusión.
Es decir, ‘están violando a una señora... es el momento de parar al violador, hay que pararlo’. Es lo que está haciendo Rusia con Ucrania. Hay que pararlo.
¿Y cómo?
-Nuestra posición es clara. No hemos intervenido en el conflicto. Hemos condenado y tomado posición ante los foros internacionales, principalmente en la ONU. Condenamos la invasión como la gran mayoría de los países.
Tengo que destacar la posición de Paraguay, su valentía y consistencia. Ha sido muy claro.
A nivel vecinal, por la frontera común esto es una aberración. Pero si ampliamos la lupa, estás generando una amenaza a toda Europa.
Pero sobre todo si te dedicas o a tus responsables militares y políticos, alegremente, a decir ‘tenemos armas nucleares y pueden caer en sus capitales’. ¿Qué consigues? Pues que dos países que llevan toda la guerra fría siendo neutrales pidan ingresar a la OTAN, Finlandia y Suecia. Un gran éxito, pero para la OTAN.
Esto no solo afecta a Europa.
- Insisto, esta amenaza no es solo para Europa, es para todo el mundo. Por un lado, las consecuencias directas que estamos viendo. Gran parte de la inflación es consecuencia de esto. Las repercusiones se sienten en Paraguay también.
Pero además vemos un tema de principios. Se ha violado la carta la ONU. Rusia no solo es un socio fundador, es socio privilegiado. Es uno de los cinco países con veto en el Consejo de Seguridad. Tiene una responsabilidad especial como China, Reino Unido, Estados Unidos o Francia.
Son esos cinco los que al final son custodios cuando hay una amenaza a la paz. No es un privilegio especial para andar invadiendo vecinos, creo yo.
En el pasado hemos visto las consecuencias de acciones y actitudes como las que tiene Rusia con Ucrania.
¿Quién pierde y quién gana?
- Pierde Rusia. Independientemente del resultado de la guerra, ha perdido prestigio. Perdió credibilidad.
Pero en la valoración de quién gana o pierde a nivel macro debemos incluir que las guerras son aceleradores de procesos. Y finalmente se reacomodan las balanzas de poder.