"Cuando vemos las imágenes de la guerra y escuchamos las noticias sobre la destrucción y los muertos, sabemos que hay también muchos otros campos de batalla," dijo, en referencia al conflicto en Ucrania, en su alocución semanal en formato "podcast".
Uno de estos escenarios de lucha es la crisis alimentaria motivada por el bloqueo de las exportaciones de cereal y fertilizantes, mientras que el aseguramiento del suministro de carbón, petróleo y gas y de la capacidad de producir electricidad es otro.
"Hoy puedo decir que seguramente lo conseguiremos," afirmó Scholz, en relación a esta última tarea. No obstante, se plantea como cuestión adicional el problema de los precios de la energía, que "tienen que bajar", según dijo.
"Queremos encargarnos de que los precios de la electricidad vuelvan a reducirse a través de una modificación del modelo de mercado. Y queremos encargarnos de que bajen los precios del gas," añadió.
Con este fin, el Gobierno alemán está en conversaciones con las instituciones europeas y con diversos proveedores dispuestos a exportar gas a Alemania.
Además, Scholz prometió una rápida implementación de las medidas de alivio anunciadas por su Ejecutivo para apoyar a los ciudadanos más afectados por la crisis y para las empresas que se ven en dificultades para pagar los elevados costes de electricidad.
Según datos del instituto demoscópico Civey difundidos hoy por el diario "Die Welt", a pesar de los altos precios de la energía, un 58 % de los alemanes está a favor de nuevas sanciones contra Rusia, en respuesta a la organización de referendos de adhesión a Rusia en los territorios bajo control ruso en Ucrania.
Un 34 % de los encuestados está en contra y un 8 % se declaró indeciso.