El metropolita Antoni se reunió hoy con el papa Francisco al margen de la participación de ambos en el Congreso de Lideres de las Religiones Mundiales y Tradicionales que se celebra en Nursultán, después de que Cirilo hubiera cancelado su participación y se esfumase la posibilidad de un encuentro con el pontífice.
"El encuentro con el papa es siempre muy cordial. Ha trasmitido sus saludos al patriarca Cirilo y le hemos contado sobre la comunidad ortodoxa rusa en Kazajistán, que es muy numerosa", explicó el responsable de la diplomacia de la Iglesia ortodoxa rusa a los medios que han viajado con el papa a Kazajistán
Antoni reiteró que existe "la posibilidad" de una reunión entre Cirilo y el papa - que sería la segunda, tras la histórica en Cuba en 2016 - y sobre todo de gran importancia ante la guerra en Ucrania, que el jerarca de la Iglesia ortodoxa rusa ha justificado.
Pero matizó que "obviamente esta reunión tiene que estar bien preparada".
"Tenemos que ver dónde, cuándo, pero sobre todo, lo mas importante, es que la reunión concluya con un documento final, con un llamamiento, como se hizo en La Habana tras el primer encuentro. Este documento fue un mensaje muy fuerte", añadió.
Confesó que el segundo encuentro estaba ya preparado, pero después se aplazó, "y finalmente fue el Vaticano quien lo anuló" al afirmar Francisco en una entrevista que no se produciría la reunión en Jerusalén como estaba prevista, recordó el metropolita.
"Nosotros estamos convencidos de que el encuentro es muy importante y la importancia de este encuentro significa que tiene que ser preparado, no es tomarse un café", dijo.
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Tono equivocado
Los intentos de diálogo entre el Vaticano y el patriarca ruso sufrieron un nuevo parón cuando recientemente el patriarcado de Moscú consideró que el papa había usado “un tono equivocado” durante la entrevista que concedió al diario “Corriere della Sera”.
En esa entrevista, el papa consideró que en la videoconferencia que mantuvieron, Cirilo durante "los primeros veinte minutos con tarjeta en mano leyó todas las justificaciones de la guerra", y añadió que "el patriarca no puede convertirse en un monaguillo del Estado".
Antoni aseguró hoy que "fue algo inesperado" y que "está claro que no es útil para la unidad de los cristianos".
“Fue una sorpresa, pero sabemos que tenemos que ir adelante y los dos líderes seguirán este camino, que es lo que podemos hacer los cristianos”, concluyó.