El vuelo de la compañía Ita Airways en el que viaja Francisco, la delegación vaticana y 75 periodistas despegó de Roma a las 7.35 horas (5.35 GMT) y llegará a la capital Nursultán tras 6 horas y media de vuelo y en una sala del aeropuerto se celebrará la ceremonia de bienvenida.
Para llegar a Kazajistán, que comparte con Rusia la que es considerada la frontera más larga del mundo, el avión papal tomará una ruta más al sur por lo que no atravesará el espacio aéreo ruso, lo que habría obligado al Vaticano a enviar un telegrama al Jefe de Estado, en este caso Vladimir Putin, como se suele hacer cuando se sobrevuela cualquier país.
El papa también se reunirá y celebrará misa con la pequeña comunidad católica del país, cerca de 125.000 personas, pero el principal motivo del viaje es su participación en el congreso, que reunirá a un centenar de delegaciones de 50 países para abordar "el papel de los líderes de las religiones mundiales y tradicionales en el desarrollo espiritual y social de la humanidad en el período post-pandémico", aunque, evidentemente, la guerra en Ucrania estará muy presente.
Según el programa del viaje, Francisco tiene previstas reuniones bilaterales con los diferentes líderes religiosos presentes, aunque pesará mucho la ausencia del patriarca ortodoxo ruso, Cirilo, que en un primer momento iba a acudir, lo que abría la posibilidad de segundo encuentro entre ambos y una oportunidad para dialogar sobre la guerra en Ucrania provocada tras la invasión rusa.
Sin embargo, Cirilo, que ha apoyado y justificado la invasión en diferentes ocasiones, decidió no participar sin dar explicaciones.
Tras la ceremonia de bienvenida, el primer acto de la visita de Francisco será la reunión con el presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, en el palacio presidencial y donde pronunciará su primer discurso a las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático.
Al día siguiente, el pontífice argentino participará en la inauguración del congreso, que estará precedida por una oración silenciosa de los líderes religiosos y tras los encuentros privados con algunos de ellos celebrará la misa en la Plaza de la Expo de Nursultán, ante varios miles de católicos llegados de todos los rincones del país.
El jueves, día 15, mantendrá un encuentro con los obispos y el clero del país y concluirá su participación en el congreso con un discurso tras la lectura de la Declaración final, antes de regresar al Vaticano.