Está previsto que el soberano de 73 años, proclamado ayer oficialmente, reciba hoy en el palacio de Buckingham, en Londres, a Patricia Scotland, secretaria general de la Mancomunidad de Naciones, de la que el monarca es líder honorífico, así como a embajadores de los países miembros.
Tras la muerte de Isabel II el pasado jueves, el príncipe Carlos se convirtió automáticamente en rey del Reino Unido y de catorce países de la Commonwealth, de los 56 que tiene el organismo de libre asociación, aunque alguno, como Antigua y Barbuda, planean hacer en los próximos años un referéndum sobre si desean mantener la monarquía.
Después de estas labores, Carlos III, acompañado de la reina consorte Camila, se dirigirá el lunes a los parlamentarios británicos en un acto en las Casas del Parlamento en el que estos le expresarán sus condolencias y él intervendrá en respuesta.
Los reyes viajarán después en avión a Edimburgo, la capital escocesa, donde el jefe de Estado pasará revista a la Guardia de Honor en la residencia real de Holyrood antes de asistir a un servicio religioso en la catedral de St Giles para despedir a su madre, cuyo féretro será llevado en procesión tras llegar hoy a Edimburgo desde el castillo de Balmoral.
El rey recibirá el lunes en audiencia en Holyroodhouse a la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, y acudirá posteriormente al Parlamento autónomo para escuchar y contestar al mensaje de condolencia de los diputados, lo que también hará en días sucesivos en Belfast y Gales.
Los reyes llegan el martes a Belfast, donde recibirán a políticos norirlandeses, antes de volver a Londres el miércoles para que Carlos III encabece la procesión que llevará el ataúd de su majestad hasta Westminster Hall, dentro del complejo del Parlamento londinense, donde se instalará durante cuatro días una capilla ardiente.
El 16 de septiembre, Carlos III y Camila visitarán Gales, previo a asistir el 19 de septiembre al funeral de Estado de Isabel II en la londinense abadía de Westminster.