"El dolor es el precio que pagamos por amar" fue el mensaje que la monarca, recientemente fallecida a la edad de 96 años, envió a las familias de las víctimas a través de su embajador durante un servicio religioso en la iglesia de St. Thomas de Nueva York, el mismo día de los atentados.
Biden se sirvió de la frase para recordar a las casi 3.000 personas que perdieron la vida hace 21 años cuando un grupo de terroristas de Al Qaeda secuestraron tres aviones que hicieron impactar contra las Torres Gemelas en Nueva York y el Pentágono en Virginia, y uno más que fue estrellado en un descampado de Shanksville (Pensilvania) después de que los pasajeros se rebelaran.
"Lo que fue destruido lo hemos reparado. Lo que fue amenazado, lo hemos reforzado", aseguró el mandatario durante un discurso frente a la sede del Departamento de Defensa para recordar a las 189 personas que perdieron la vida en el ataque al Pentágono.
El presidente estadounidense quiso destacar también la muerte, a comienzos de agosto, del líder de Al Qaeda Ayman al Zawahir en un ataque con dron en Kabul, cerca de un año después de la retirada de las últimas tropas estadounidenses de Afganistán.
Biden aseguró que, pese a la retirada de EE.UU. del país -que puso fin a 20 años de guerra-, su "compromiso por prevenir un nuevo ataque a los Estados Unidos no termina".
El mandatario pronunció su discurso como colofón a un acto solemne, en el que se leyeron en alto los nombres de cada una de las 189 personas que murieron en el ataque al Pentágono y se cantó el himno de Estados Unidos.
Poco después, en Shanksville (Pensilvania), la primera dama, Jill Biden, daba un discurso para recordar a los 44 pasajeros del vuelo United 93, que lograron impedir un cuarto ataque ese día al enfrentarse a los terroristas y hacer que el avión se estrellara en un descampado.
Mientras, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, atendía un evento para conmemorar los ataques en la Zona Cero de Nueva York, donde dos aviones derribaron las Torres Gemelas en la mañana del 11 de septiembre, causando la muerte de 2.763 personas.