El sábado la central atómica, la mayor de Europa, quedó ya desconectada de la red eléctrica ucraniana tras producirse varios bombardeos de la zona, constató entonces la Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
El ministro de Energía ucraniano, Hermann Galushchenko, advirtió de que no es posible reparar la línea, ya que cualquier tarea de estas características es actualmente imposible a causa de los combates en la zona.
"El mundo está una vez más al borde del desastre nuclear", afirmó el ministro en su cuenta en Telegram.
El presidente ucraniano,Volodímir Zelenski, ha exigido repetidamente la retirada inmediata de las tropas rusas que tienen el control sobre la planta atómica desde hace meses.
La misión de la OIEA llegó la semana pasada a Zaporiyia, tras lograrse un acuerdo con Moscú y Kiev para hacer posible el trabajo de sus expertos, dirigidos por el argentino Rafael Grossi.
Tras la retirada de ese equipo ha quedado en la planta una misión permanente de dicha agencia de la ONU, compuesta por dos representantes.
La desconexión total de hoy sigue a la anterior interrupción de finales de agosto, también debida a los bombardeos sobre la región, de los que Kiev y Moscú se responsabilizan mutuamente.