Para Paz Corona (Santiago, 1968) las tres películas y 1.500 flores realizadas en cerámica que expone en "Lo que vi Chile, 1973-2022" representan su visión de cómo la historia de Chile se repite, sirviéndose de su propia historia de exilio.
Tras el comienzo de la dictadura de la Junta Militar en Chile, liderada por Augusto Pinochet tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, Corona se vio obligada a huir de Chile a Francia con su familia.
Paz Corona explicó a EFE cómo el exilio limitó su capacidad de hablar español y vivir en su país: "Chile me arrancó la posibilidad de hablar mi propia lengua, mi propio idioma. Pero no me sacó la posibilidad de pensar, y eso nadie me lo va a robar".
La artista compartió que se siente nerviosa por el próximo plebiscito constitucional que va a tener lugar en Chile el próximo 4 de septiembre, que servirá para determinar si el pueblo chileno está de acuerdo con el nuevo proyecto de Constitución redactado entre 2021 y 2022.
Corona siguió "día a día" las revueltas y manifestaciones que comenzaron en Chile en octubre de 2019: "Nunca en mi vida me habría imaginado que tendría la suerte de vivir eso".
Estas protestas empezaron entre los estudiantes y jóvenes a causa de la subida del precio de la tarifa del transporte de Santiago, y continuaron como una muestra del descontento de la población ante la situación socioeconómica.
Corona se muestra orgullosa de las protestas y la iniciativa de sus compatriotas, y apunta que "el milagro chileno es político", y que con su exposición de arte pretende mostrarlo y rebelarse.
"Esta no es la historia únicamente de Chile, es la historia de combate para la democracia", expresa la autora.
En estas revueltas hubo numerosas acusaciones hacia las fuerzas de seguridad de Chile por presuntas violaciones graves a los Derechos Humanos, como abusos sexuales, torturas y homicidios por parte de organizaciones internacionales y nacionales.
En su vídeo "Santiago 1973-2019" muestra una pantalla doble en la que presenta imágenes actuales y del pasado para demostrar la similitud entre las dos épocas y las vivencias del pueblo chileno, para denunciar la historia de violencia del país.
La exposición estará abierta al público hasta el 21 de septiembre.