Con fama de misántropa y un aura de secretismo, la obra "desencripta" a la escritora, fallecida en 1995.
Su editora desde 1984, la suiza Anna von Planta, de la editorial Diogenes, junto a Susanne Baucknecht, que representa sus derechos, acompañadas del editor español Jorge Herralde, presentaron este martes en Barcelona (noreste español) estos textos, en los que Highsmith "cuenta absolutamente toda su vida".
Hablaba poquísimo, pero en cambio, según Von Planta, "se zambulló en exceso en la vida y en escribir", de manera que en sus diarios y cuadernos, a lo largo de 54 años, se muestra tal como era, con sus complejidades y contradicciones, pudiendo descubrir el lector "un pellizco de su alma".
A juicio de Baucknecht, el libro es "uno de los mejores autorretratos del siglo XXI publicados", con críticas literarias que lo han calificado de "lacerante, puntiagudo y desgarrador".
Von Planta, encargada de la edición y el prólogo de esta obra monumental, y el editor y albacea de Highsmith, Daniel Keel, encontraron 18 diarios, 38 cuadernos y "toneladas de relatos de sus inicios en Nueva York", que se tuvieron que transcribir, un total de 8.000 páginas manuscritas.
La novelista les dijo que tenía unos diarios y unos cuadernos en su casa, que parecía una fortaleza, con solo dos ventanas a la calle de aberturas estrechas.
Después de esa "noticia bomba" y tras su muerte en Suiza, entraron en la vivienda, donde buscaron y buscaron hasta localizarlo en el armario de la ropa de hogar.
Pensando en el público en general, no en "una versión para eruditos", Von Planta y su equipo decidieron dar a conocer "todas las facetas de su vida y de su obra", sin optar por la "vía más sensacionalista" en sus opiniones sobre género o política.
Como ella "no tenía pelos en la lengua", se han obviado algunos "comentarios despectivos" que podrían resultar ofensivos para el lector de hoy, sobre todo dirigidos a afroamericanos o judíos, especialmente de su juventud.
En los diarios anota todas sus relaciones amorosas con mujeres o confiesa que, si se "volviera humana", sería "incapaz de sobrellevar" su vida.
También muestran su evolución desde ser una joven optimista en Nueva York durante los años 40, con "ganas de vivir a tope", a sus últimos años en Europa, "encerrada como una ostra".