Se trata de una salamanquita de monte y mar, también conocida como gecko, media luna o tijo, que sería la décima especie de reptil endémica en ser descrita en el archipiélago borincano.
Díaz Lameiro, catedrática auxiliar del Departamento de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), nombró la nueva especie Sphaerodactylus verdeluzicola.
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El nombre fue elegido para honrar la alegórica melodía “Verde Luz”, en la que su autor Antonio (El Topo) Cabán Vale describe las bellezas del monte y mar de la isla, según el comunicado de la UPR.
El hallazgo fue publicado esta semana en la prestigiosa revista científica Ichthyology and Herpetology y representa la primera especie de reptil en ser descrita para la fauna borinqueña en más de 85 años.
Nueva especie de reptil con potencial
“Estamos muy emocionados de añadir una especie que implica un nuevo organismo con potencial para ser investigado más a fondo. También es indicativo de que hay mucho todavía que explorar y hay espacio para descubrir”, indicó la investigadora.
La observación de la nueva especie aconteció en la zona noroccidental de Rincón en el 2012, mientras Díaz Lameiro era estudiante de maestría.
“Estábamos en Rincón buscando la especie Sphaerodactylus grandisquamis (...) y nos percatamos de este animalito que no encajaba con las descripciones de otras especies”, contó.
Por ello, decidieron investigar “más a fondo”, tomaron muestras de ADN y lo compararon con otras especias hasta concluir que “tenía diferencias físicas y genéticas para caracterizarlo como una especie nueva”.
Descripciones detalladas del reptil
En este proceso colaboraron científicos de los recintos de Mayagüez y Río Piedras de la UPR, así como de la Universidad Central del Caribe, Oakland University, Marquette University y Sam Houston State University, entre otros.
“Fue un esfuerzo con un grupo de personas que dio su aportación científica desde su área de pericia y, de esta manera, formulamos un artículo con descripciones bien detalladas de la especie”, destacó Díaz Lameiro.
La investigadora agregó que, más adelante, en 2016, se descubrió otra población de esta especie de reptil en Utuado (centro de la isla) y que el plan es buscar más poblaciones.
Su búsqueda representa un reto ya que miden una pulgada de largo y son de un color marrón con el que se camuflan muy bien entre la naturaleza.
“Tenemos alguna idea de cómo la especie funciona pero no sabemos detalles específicos de cómo se reproduce, cuántos huevos pone, su comportamiento y su fisiología”, detalló la bióloga.