En una entrevista al canal France 2, Beaune dijo no tener información particular sobre esa cuestión, dadas las competencias que cubre su departamento, pero estimó que "hay que aclarar las cosas" porque "es un asunto extremadamente serio".
Se refería a las revelaciones del diario Le Monde, que en un artículo afirma que TotalEnergies explota con su socio ruso Novatek (que es el operador, con un 51 % de la participación) un yacimiento en Siberia del que se extrae un hidrocarburo líquido que, una vez transformado en queroseno, se suministra a dos bases aéreas con cazas que han bombardeado Ucrania.
Según el diario, que se basa a su vez en informaciones de las ONG Global Witness, Amnistía Internacional y Human Rights Watch, aviones de combate de esas bases (Morozovskaïa y Malchevo), han participado en bombardeos contra la población civil como el que afectó al teatro de Mariúpol, en el que se estima que perdieron la vida unas 600 personas el 16 de marzo.
Para el ministro francés "hay que verificar que voluntaria o involuntariamente no se estén puenteando las sanciones o no se esté produciendo un desvío de energía que produciría una empresa francesa u otra".
TotalEnergies reaccionó de forma rotunda el miércoles al artículo de Le Monde con un comunicado en el que la idea principal es que "no produce queroseno", y en el que amenaza con recurrir a la Justicia "para asegurar la protección de sus intereses y de su reputación".
La compañía francesa hace hincapié en ese comunicado en que es "accionista minoritaria" de la sociedad Terneftgaz (con un 49 %) que tiene el permiso de explotación del yacimiento de Termokarstovoïe y sobre todo, que "no tiene ningún papel operativo" puesto que "es Novatek la que explota esta sociedad con su propio personal".
Además, insiste en que desde 2015 no ha aportado ninguna financiación a Terneftgaz y no ha recibido dividendos de esa filial desde febrero de 2022.
En cuanto a los hidrocarburos que se extraen de Termokarstovoïe, asegura que Novatek los vende en su totalidad "en aplicación de los contratos concluidos desde el origen" y como accionista minoritario "TotalEnergies no tiene ni control ni información sobre las ventas".
Una parte de esta polémica tiene que ver con la posición que ha adoptado el gigante francés del petróleo desde el comienzo de la guerra en Ucrania.
TotalEnergies ha condenado de forma firme durante todo el conflicto "la agresión militar de Rusia contra Ucrania, que tiene consecuencias trágicas para la población ucraniana y amenaza la paz en Europa".
Pero a diferencia de muchas otras multinacionales occidentales, y en particular en el sector de los hidrocarburos, ha optado por no ceder sus participaciones en las filiales en Rusia -las sanciones no le obligan a hacerlo- entre otros con el argumento de que puesto que es imposible venderlas a compradores que no sean rusos, eso en definitiva supondría transferir "valor a intereses rusos".