La ONG advierte de que un equipo de empleados visitó la explanada del centro de registro de Ter Apel, donde la pasada noche unas 700 personas durmieron a la intemperie, y se encontró con “condiciones de vida comparables a las que la organización había visto en lugares como el campo de refugiados griego de Moria” y que, entre otras cosas, faltan duchas e higiene.
“Hemos hablado con personas que no han podido lavarse durante una semana, lo que puede derivar en enfermedades de piel. Cientos de personas duermen al aire libre todos los días, independientemente de las condiciones climáticas. Entre ellos mujeres embarazadas, niños y personas con enfermedades crónicas, como diabetes. Algunos pacientes con enfermedades crónicas se han quedado sin fármacos”, alerta MSF.
Además, la Inspección de Salud y Atención a la Juventud (IGJ) de Países Bajos está investigando el fallecimiento de un bebé ayer por la mañana en un polideportivo que se está usando como refugio de emergencia para los solicitantes de asilo en Ter Apel.
“De momento poco se sabe sobre la muerte del bebé de tres meses. Desafortunadamente, la ayuda médica no sirvió de nada. Los inspectores investigan todos los posibles aspectos que puedan haber influido en la muerte del bebé: analizan la causa médica, si se ha brindado atención antes, la atención disponible y las condiciones de vida alrededor del centro de recepción y en el polideportivo”, agregó la Inspección en un breve comunicado.
Mientras se investiga esta situación y el gobierno choca con los municipios en busca de alojamientos, el equipo de MSF “brindará atención médica y psicológica” a los solicitantes de asilo.
“Nos sentimos obligados a hacer esto después de que un equipo haya estudiado las necesidades médicas. Esta es la primera vez que nuestra organización ofrece asistencia médica en Países Bajos. Nos parece inaceptable que el Gobierno neerlandés no proporcione a este grupo vulnerable unas condiciones de vida dignas”, señaló MSF.
La organización urgió al Gobierno a “asumir la responsabilidad de mejorar de inmediato las condiciones de vida y brindar acceso a la atención médica” para estos refugiados, que tienen en Ter Apel su primera parada al llegar a Países Bajos, puesto que deben registrarse allí antes de ser enviados a un alojamiento a la espera de una resolución de su proceso de asilo.
“Es extraño que vayamos a ofrecer asistencia médica en Países Bajos, pero las circunstancias en las que se encuentran estas personas son completamente inhumanas (…) No se nos debería necesitar aquí”, denunció Judith Sargentini, directora de MSF en el país.