Bowman, quien ejerció como embajadora en el país entre 2002 y 2006 y actualmente es la directora del Centro para Negocios Responsables de Birmania, fue arrestada en su residencia en Yangon la noche del miércoles junto a su marido, el artista birmano Htein Lin.
Según informó este jueves el periódico local Myanmar Now, las condiciones del arresto aún no están claras, pero personas cercanas a la pareja han apuntado que las autoridades alegaron irregularidades en el estatus de la visa concedida a la exfuncionaria británica, lo que violaría la ley de inmigración.
Por su parte, la Embajada del Reino Unido confirmó en un comunicado la detención de "una mujer británica en Birmania".
"Estamos en contacto con las autoridades locales y estamos brindando asistencia consular”, señaló.
El arresto de la pareja se produce pocos días después de que la enviada especial de la ONU para Birmania (Myanmar), Noeleen Heyzer, se reuniera con el jefe de la junta militar, el general Min Aung Hlaing, y pidiera el cese de la violencia y la liberación de todos los presos políticos.
Sin embargo, en las últimas semanas los militares que gobiernan al país han intensificado su ofensiva y represión contra los detractores del régimen, entre los cuales figuran periodistas y extranjeros.
En el último mes, la junta militar ha ejecutado a al menos cuatro opositores, entre ellos el antiguo parlamentario de la Liga Nacional para la Democracia Phyo Zeya Thaw y el activista Ko Jimmy.
Asimismo, las autoridades birmanas han arrestado al realizador japonés Toru Kubota, detenido cuando grababa unas protestas contra la junta en la ciudad de Rangún, mientras que el economista australiano Sean Turnell, asesor económico de Suu Kyi y encarcelado días después del golpe militar, permanece en prisión.
El golpe de Estado, encabezado por Aung Hlain y que derrocó al Gobierno de Suu Kyi el 1 de febrero de 2021, ha sumido a Birmania en una profunda crisis política, social y económica, y ha abierto una espiral de violencia con nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.
Según la Asociación para la Asistencia de los Presos Políticos, hasta este martes 2.138 personas han muerto por la represión de las autoridades, mientras que casi 15.000 individuos han sido arrestados de forma arbitraria.