“Dentro de esa ola de calor y fuego en Europa, la Unión Europea quiere acelerar el acuerdo con Mercosur porque, obviamente, tiene la certeza de que el hambre se hará presente en todo el mundo”, señaló el mandatario Jair Bolsonaro en su retransmisión semanal vía redes sociales.
Según el líder ultraderechista, el bloque europeo "está preocupado con importar alimentos" y Brasil, que integra el Mercosur junto con Argentina, Paraguay y Uruguay, "cada vez produce más".
El jefe de Estado brasileño mencionó que la sequía, que es la peor que sufre el territorio de la UE en los últimos 500 años, según el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, está provocando "la muerte lenta" de ríos europeos que antes eran navegables y "dificultades" para mantener la "irrigación" de cultivos.
“Lo que ocurre en Europa es algo que nadie podía creer que fuera a ocurrir”, añadió Bolsonaro, quien aspirará a renovar su mandato en las elecciones del próximo octubre, para las que el gran favorito es el exmandatario progresista Luiz Inácio Lula da Silva, según todos los sondeos.
El acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur se suscribió en 2019 después de dos décadas de negociaciones, pero desde entonces está estancando y pendiente de ratificación por parte de los países firmantes.
Varios países europeos se resisten a hacerlo ante las preocupaciones que despiertan las agresivas políticas medioambientales de algunos de los socios suramericanos.
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En el caso de Brasil, Bolsonaro defiende la explotación de los recursos minerales en tierras indígenas y bajo su mandato, que empezó en enero de 2019, los índices de deforestación y el número de incendios en la Amazonía se han disparado.
El lunes pasado, Lula, su máximo rival en los comicios del próximo 2 de octubre, se mostró favorable a reabrir las negociaciones con la UE sobre el acuerdo comercial, pues considera que, en función de los términos actuales, no fomenta la reindustrialización de Brasil.