Baerbock se expresó así en una rueda de prensa conjunta con su homólogo, Naser Burita, en la primera visita que hizo a Marruecos cinco meses después del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países que puso fin a una grave crisis bilateral que duró casi un año.
La ministra alemana dijo ser consciente del papel "grande e importante" de la cuestión del Sáhara para Marruecos, al tiempo que insistió sobre la posición de la ONU como el "mejor marco" y "con mayor posibilidad" de éxito para alcanzar una solución "justa, duradera y consensuada" para el conflicto.
Baerbock saludó el nombramiento del enviado personal del secretario general de Naciones Unidas, Staffan de Mistura, y reafirmó el "pleno apoyo" de su país a sus esfuerzos para alcanzar un arreglo a este conflicto.
Por su parte, Burita indicó que la visita de Baerbock es una "señal fuerte" de la firmeza de las relaciones bilaterales que "tuvieron un nuevo empujón" desde su restablecimiento. Y al mismo tiempo, saludó la posición de Berlín respecto al conflicto del Sáhara.
El ministro marroquí calificó la posición de Alemania en su apoyo a la propuesta marroquí de "equilibrada y coherente" con la posición tanto de la Unión Europea como con las resoluciones del Consejo de Seguridad.
"El plan de autonomía marroquí figura en las mismas resoluciones de la ONU y es coherente con la legalidad internacional y la nueva dinámica internacional", apuntó.
El ministro marroquí insistió en que "cuando los países europeos y no europeos apoyen este plan, esto no contradice con las resoluciones de la ONU".
Por otra parte, la ministra alabó los esfuerzos de Marruecos en la lucha contra la emigración irregular, deploró la última tragedia del intento masivo del salto de Melilla el pasado 24 de junio en el que murieron 23 personas y subrayó la necesidad de consolidar la cooperación con Rabat en este aspecto.
Además, ambos ministros acordaron estrechar sus relaciones en diferentes ámbitos, concretamente en el ámbito energético con el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde y en la lucha contra el cambio climático.
Marruecos mantenía una crisis abierta con Alemania desde mayo de 2021, cuando convocó a su embajadora en Berlín en respuesta a "actos hostiles", al atribuir a las autoridades alemanas poner en cuestión la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
En marzo de 2021 el Ministerio de Exteriores marroquí mandó una carta dirigida a todos los miembros del Gobierno de Marruecos en la que ordenó la suspensión de cualquier contacto o relación con la Embajada alemana en Rabat, haciendo mención entonces a "malentendidos profundos".
Las autoridades alemanas empezaron desde el pasado diciembre a enviar señales para mejorar el estado de sus lazos con Marruecos. Y una nota entonces de la diplomacia alemana sobre "la importante contribución" de Marruecos en el proceso de resolución del conflicto del Sáhara favoreció entonces el acercamiento entre los dos países.
El rey Mohamed VI se refirió el pasado sábado en un discurso a la "postura constructiva" de Alemania respecto al conflicto del Sáhara, junto a otros países como España y Países Bajos.