El Comando Central de las Fuerzas Armadas estadounidenses (CENTCOM) confirmó en un comunicado que varios cohetes impactaron a última hora de la tarde de ayer dentro del yacimiento de gas de Kóniko, donde la coalición internacional que lidera contra el Estado Islámico (EI) tiene una base militar.
Como resultado, tres soldados estadounidenses sufrieron heridas leves, uno de los cuales ya se ha podido reincorporar a sus labores.
Helicópteros estadounidenses respondieron al lanzamiento, destruyendo los equipos utilizados para el ataque y matando a "dos o tres supuestos milicianos apoyados por Irán", precisó el CENTCOM, citando la información de una evaluación "inicial".
Poco después de la acción contra el yacimiento de Kóniko, cayeron más cohetes en las inmediaciones de la denominada Aldea Verde, otra base internacional en la misma provincia, según la nota.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, situó en tres el número de combatientes proiraníes fallecidos en la respuesta estadounidense y confirmó que ésta tuvo como objetivo los lanzacohetes utilizados inicialmente.
"Las fuerzas de la coalición también bombardearon posiciones de las milicias iraníes en el área de Al Mayadín (también en Deir al Zur), sin información sobre víctimas", agregó el Observatorio en un comunicado.
El intercambio se produjo horas después de que Estados Unidos lanzase ataques aéreos "de precisión" contra almacenes de las milicias apoyadas por Teherán y contra un campamento de la Brigada Fatemiyún, integrada principalmente por combatientes chiíes de origen afgano y reclutados en territorio iraní.
Según el Observatorio, esos primeros bombardeos causaron seis bajas, si bien Washington negó que hubiese víctimas.
Se trató de una medida de "protección" en respuesta, a su vez, a ataques perpetrados hace diez días por las milicias contra objetivos de la coalición internacional en Siria.
El río Éufrates divide a grandes rasgos la provincia de Deir al Zur en dos partes: una controlada por las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, apoyadas por Irán, y otra en manos de las fuerzas kurdosirias, aliadas de Washington en su lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Estados Unidos tiene presencia en las zonas de la región controladas por los kurdosirios y de tanto en tanto responde con bombardeos a los ataques con cohetes o drones perpetrados por las milicias asentadas al otro lado del río como medida disuasoria.
El CENTCOM afirmó que no buscan un "conflicto con Irán", pero seguirán tomando las "medidas necesarias" para proteger a las tropas estadounidenses desplegadas en Siria.
La intensificación de la violencia se produce cuando parece que las negociaciones para revivir el acuerdo nuclear que limitaba el programa atómico iraní a cambio del levantamiento de sanciones estadounidenses está a punto de finalizar.