Kishida señaló asimismo que Japón tiene previsto "ampliar el número de gente que puede entrar al país", en referencia al cupo diario de 20.000 viajeros a los que se permite ingresar en el territorio, durante una rueda de prensa telemática ofrecida este miércoles.
Japón es el único país del G7 que mantiene fuertes restricciones al turismo extranjero con motivo de la pandemia, medidas que relajó el pasado julio pero que siguen limitando la entrada de visitantes foráneos con unas estrictas condiciones de acceso y la necesidad de visado previo.
Kishida no hizo ninguna alusión en su intervención al turismo extranjero, aunque los medios japoneses adelantaron que Japón tiene previsto facilitar la entrada de visitantes a partir de septiembre, después de que en julio únicamente unas 2.000 personas entraran al país con visado de turista.
El primer ministro afirmó que su objetivo es "aliviar las medidas para equipararlas a los países del G7 según la situación que se presente dentro y fuera del país", aunque no precisó cuándo dejará de aplicar todas sus restricciones.
Para conceder visados turísticos, las autoridades niponas exigen actualmente a quienes quieran visitar el país que contraten un tour organizado con un operador nipón y estén acompañados en todo momento por un guía durante su estancia en el país, entre otras limitaciones que han hecho que el número de viajeros que han decidido atenerse a ellas haya sido mínimo.
En cuanto a las nuevas condiciones de entrada al país, Kishida señaló que el número de entrantes diario "se decidirá en función de la evolución de la situación".
Japón dejará de exigir la presentación de un test PCR con resultado negativo en coronavirus a los viajeros que aterricen en el país a partir del 7 de septiembre, tanto ciudadanos nipones como residentes extranjeros o visitantes, siempre y cuando cuenten con un certificado de haber recibido tres dosis de la vacuna anticovid.
A nivel doméstico, Kishida también anunció que Japón modificará sus criterios de recuento de casos de contagios diarios -al igual que ya han hecho otros países-, en un momento en que el país afronta su séptima y mayor ola de infecciones hasta la fecha.
El propio Kishida dio positivo en coronavirus el pasado domingo, y se encuentra desde entonces aislado y trabajando desde su domicilio, lo que le ha obligado a modificar su agenda para esta semana y a comparecer ante los medios y participar en reuniones con su Gabinete de forma telemática.
Japón es desde finales de julio el país con el mayor número de nuevos casos semanales de covid, según el baremo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que se achaca al progresivo abandono del recuento de cifras oficiales y la reducción de los test en otros países desarrollados.