Tal y como preveían todos los analistas, la junta de política monetaria del Banco de Corea (BoK) aprobó hoy el incremento, que supone el séptimo desde que en agosto de 2021 comenzó a aumentar el precio del dinero tras situar las tasas en el mínimo histórico del 0,5 % de cara a impulsar la recuperación en plena pandemia.
La actual escalada de precios en Corea del Sur ha llevado además a la entidad a subir los tipos en sus tres últimas juntas, algo inédito hasta ahora en el país asiático.
En julio, de hecho, el BoK incrementó la tasa de referencia en un 0,5 %, la mayor subida acometida en su historia.
La decisión adoptada hoy llega después de que el IPC subiera un 6,3 % en julio, el mayor ritmo visto en Corea del Sur en 24 años, ante el recuperado impulso de la demanda, y el encarecimiento de los recursos energéticos (los cuales el país asiático importa casi en su totalidad) y otras materias primas motivado por la guerra en Ucrania.
La entidad espera que la actual tendencia inflacionaria alcance su pico a finales del actual trimestre o a principios del cuarto, y ha insistido en que su prioridad es combatir la escalada de precios, subrayando que una subida demasiado súbita y aguda del precio del dinero puede enfriar demasiado la economía y ahogar la recuperación.
Por otra parte, el contundente endurecimiento monetario aprobado por la Reserva Federal estadounidense en junio y julio (un 1,5 % en total) parece haber empujado al BoK a mover ficha de cara a evitar una salida de capitales que pueda abaratar aún más a un debilitado won y encarecer aún más las importaciones.
A la espera de lo que el presidente de la Fed, Jerome Powell, diga en el simposio anual de Jackson Hole que arranca mañana, muchos analistas ven probable otra subida adicional de un cuarto de punto en Corea del Sur de aquí a final de año.
A su vez, el BoK incrementó hoy en seis décimas su pronóstico de inflación para todo 2022 hasta situarlo en el 5,2 % (su mayor proyección desde que introdujo este mecanismo en 1988) y recortó en una décima la previsión de crecimiento de la economía surcoreana para este año, hasta dejarla en el 2,6 %.