El Ejército israelí irrumpió esta madrugada por la fuerza en las oficinas de estas ONG en Ramala, las registró, se incautó de documentos y materiales e incluso selló con una placa metálica la entrada a algunas de ellas.
El operativo se desarrolló en Ramala, en el área A de Cisjordania ocupada, donde las tropas israelíes en principio solo pueden acceder por cuestiones de seguridad en coordinación con la Autoridad Nacional Palestina, que condenó las acciones israelíes y exigió una reacción urgente de la comunidad internacional.
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Selladas con hierro
“Esta mañana, las fuerzas de ocupación de Israel allanaron la oficina de Al-Haq en Ramala, confiscaron artículos y cerraron la entrada principal con una placa de hierro, dejando tras de sí una orden militar que declaraba ilegal a la organización”, informó a primera hora en su cuenta de Twitter Al-Haq, ONG palestina que se dedica a supervisar el cumplimiento de los derechos humanos en los territorios ocupados.
Las fuerzas israelíes también registraron y clausuraron las sedes en Ramala del Centro de Investigación y Desarrollo Bisan, la Unión de Comités de Mujeres Palestinas, Defensa Internacional de la Infancia, la Unión de Comités de Trabajo Agrícola y la Asociación de Derechos Humanos y Apoyo a Prisioneros (Addameer), todas ellas declaradas “terroristas” por Israel en octubre del año pasado.
El presidente palestino, Mahmud Abás, calificó la operación como “un delito y ataque flagrante no solo contra organizaciones de la sociedad civil y de derechos humanos palestinas, sino también contra las organizaciones internacionales”.
Las ONGs acusadas de ser grupos terroristas tienen décadas de experiencia en el activismo social en los territorios palestinos y todas ellas eran socias de respetadas organizaciones internacionales y recibían fondos del exterior, sobre todo europeos; por ello Abás instó a la comunidad internacional a “tomar medidas urgentes para proteger al pueblo palestino”.
Seguir trabajando
Como gesto de apoyo, el primer ministro, Mohamed Shtayeh, acudió a las instalaciones de Al-Haq, donde se reunió con representantes de las organizaciones afectadas, los animó a “seguir trabajando” y felicitó por su labor.
“Estas organizaciones operan dentro de los límites de la jurisdicción palestina, cumplen las leyes palestinas y por ello las autorizamos. Las acusaciones de Israel no tienen fundamento”, indicó Shtayeh.
Los trabajadores de estas ONG subrayaron su intención de seguir trabajando y no dejarse intimidar. “No somos simples empleados, creemos en lo que hacemos, somos defensores de derechos humanos y actuamos en base a nuestras convicciones. No dejaremos que nadie, las fuerzas de la ocupación israelí o quien sea, nos impida hacer nuestro trabajo que es 100 % legal”, declaró a Efe el experto legal de Al-Haq, Tasheen Elayan.
Elayan relató que las tropas israelíes también allanaron y destrozaron la entrada de la Iglesia anglicana San Andrés, ya que en la planta superior a ésta se ubican las oficinas de Al-Haq, y que fueron los propios vecinos los que retiraron la placa de hierro en cuanto se fueron los soldados.
Podrían ser encarcelados
“A nadie le gusta ir a la cárcel, pero si tengo que ir a la cárcel por algo en lo que creo, ¿por qué no?”, asumió Elayan.
Comparte su visión Khaled Quzmar, el director de Defensa Internacional para la Infancia, quien ya está acostumbrado a los “ataques de grupos de extrema derecha israelí y de sus fuerzas de seguridad desde hace años”.
“Han fracasado en su intento de silenciarnos, de frenar nuestro trabajo, por eso el año pasado empezó esta escalada, cuando allanaron por primera vez nuestras oficinas y luego nos declararon organización terrorista”, explicó a Efe Quzmar, quien insiste en que Israel aún no ha presentado las supuestas evidencias de sus vínculos con el Frente Popular de Liberación Palestina (FPLP), considerado terrorista por Israel, EEUU y la UE.
Falta de pruebas
Israel alega que las seis ONG actúan desde hace años como brazos del FPLP al recaudar fondos y reclutar miembros para ellos, pero estas organizaciones apelaron su calificación como terroristas al no haber presentado las autoridades israelíes ninguna evidencia al respecto.
Tanto el Ministerio de Defensa como el Ejército israelí -las autoridades competentes en los territorios ocupados- han rechazado esos recursos, por lo que ayer mismo el ministro israelí de Defensa, Benny Gantz, ratificó su designación como grupos terroristas, lo que abrió la puerta a cierres forzosos y confiscación de bienes -como ocurrió hoy-, además del posible enjuiciamiento de sus miembros.
Las actuaciones de Israel contra estas ONG palestinas han sido también rechazadas por organismos internacionales que colaboran con ellas, y más recientemente por los Ministerios de Exteriores de España, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Países Bajos y Suecia.
“Las acusaciones de terrorismo deben tratarse siempre con el máximo rigor. Las designaciones fueron sometidas a una extensa y cuidadosa evaluación. No se recibió información sustantiva de Israel que justifique revisar nuestra política hacia las seis ONG palestinas sobre la base de la decisión israelí de designarlas como ‘organizaciones terroristas’”, señalaron estos países en un comunicado conjunto en julio.