Marset, de 31 años y cuyo nombre apareció recientemente como presunto autor intelectual del asesinato en Colombia del fiscal antimafia paraguayo Marcelo Pecci, recibió en Dubai un pasaporte de las autoridades uruguayas pese a tener causas abiertas en su contra.
Los ministros de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, y del Interior, Luis Alberto Heber, comparecerán el próximo lunes en el Parlamento uruguayo para informar de la entrega de documentación oficial al narcotraficante Sebastián Marset, de la misma nacionalidad e investigado en Paraguay.
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La comparecencia de los dos ministros fue solicitada por el Frente Amplio (FA), coalición de izquierdas que gobernó Uruguay entre 2005 y 2020 y hoy principal partido de la oposición, bajo el alegato de que el caso “tiene muchos puntos oscuros”, indicó la senadora Liliam Kechichian.
“Nos preocupa el proceso de entrega de un pasaporte a una persona que tenía un pasaporte falso, pero hay, además, una cantidad de episodios que hemos ido viendo que nos preocupan enormemente”, aseveró.
Legislación
No obstante, el titular de la cartera de Interior dijo que desconocía “cuál es la duda porque la legislación es muy clara”.
Heber aludía así al decreto 129/014, emitido en 2014, durante el mandato del izquierdista José Mujica (2010-2015), sobre “aprobación del reglamento relativo a la expedición de pasaportes comunes, títulos de identidad y de viaje y derogación del decreto 167/993″.
En dicho reglamento, se establece la consulta de antecedentes judiciales en Uruguay para la expedición de un pasaporte a ciudadanos de esa nacionalidad en el exterior y, según alegó el Ejecutivo, las causas que Marset tuvo en algún momento en su país ya estaban cerradas.
Además, este martes agregó el ministro del Interior que "no había requerimiento, ni alerta roja por parte de Interpol".
Pasaporte y DEA
Según informó días atrás el diario uruguayo El Observador, Marset recibió el pasaporte de su nacionalidad al tiempo que el Ministerio del Interior colaboraba con la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. en una investigación internacional liderada por la Secretaría Antidrogas de Paraguay.
Con ese pasaporte, el narcotraficante salió de la prisión donde estaba encarcelado por portar documentación falsa de Paraguay -donde, entre otras actividades, jugó al fútbol- y sigue prófugo de la Justicia de ese país.