La volatilidad de los precios de los combustibles fósiles, principales fuentes de energía para caldear y enfriar los edificios de la ciudad, subrayan la urgencia de proyectos como el mostrado hoy a la prensa ginebrina, que espera estar conectado a 350 edificios de la urbe dentro de dos décadas.
Genilac constará de dos redes subterráneas de tuberías de 30 kilómetros: una en el centro de la ciudad y otra en torno al aeropuerto, conectadas a una estación de bombeo en superficie que según la empresa pública local SIG, responsable de servicios de agua, gas, calefacción y electricidad, comenzará a funcionar en 2045.
Aunque originalmente se diseñó únicamente para refrigerar edificios, con el objetivo de sustituir a los aparatos de aire acondicionado que consumen grandes cantidades de energía, finalmente la red también podrá servir para caldear inmuebles, convenientemente conectada a bombas de calor.
Sus responsables calculan que Genilac permitirá reducir 70 gigavatios-hora de electricidad al año, equivalentes al consumo anual de 27.000 hogares, así como 70.000 toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero anuales, de acuerdo con la televisión nacional RTS.
La red extraerá agua del lago (el mayor de Europa occidental) a una profundidad de 45 metros, que incluso en verano alcanza temperaturas de entre siete y ocho grados que pueden refrescar de forma natural los edificios.
El objetivo de SIG es utilizar esta red y otros proyectos de energía geotérmica para lograr alimentar un 60 % de las necesidades locales de aire acondicionado y calefacción con fuentes propias.