Birmania se encuentra bajo estado de emergencia desde el 1 de febrero de 2021, cuando tuvo lugar el golpe militar que derrocó al gobierno electo de Aung San Suu Kyi, hoy encarcelada, y sumió al país en una profunda crisis política, económica y social.
Según reportaron medios locales, el jefe de la junta militar, Min Aung Hlaing, extenderá el periodo de emergencia después de que los miembros del consejo de seguridad y defensa nacional de la junta aprobasen "por unanimidad" la medida.
"Los miembros (del consejo) apoyaron por unanimidad la propuesta de extender el período del estado de emergencia declarado por otros seis meses", señaló el periódico Global New Light of Myanmar, controlado por los militares.
Según el rotativo, en la reunión, celebrada la víspera, el líder de la junta igualmente expresó que, una vez terminado el estado de emergencia, el país deberá celebrar "elecciones generales democráticas multipartidistas libres y justas".
"En nuestro país, debemos continuar fortaleciendo el 'genuino y disciplinado sistema democrático multipartidista' que es el deseo del pueblo", afirmó el diario, citando a Min Aung Hlaing.
Sin embargo, desde el golpe de Estado de 2021, los enfrentamientos entre las fuerzas de la junta y los opositores son frecuentes en Birmania, lo que llevó además a un aumento de la represión por parte de los militares.
La escalada de la tensión se hizo evidente la semana pasada, cuando la junta ejecutó a cuatro opositores del régimen, entre ellos el antiguo parlamentario de la Liga Nacional para la Democracia Phyo Zeya Thaw y el activista Ko Jimmy, y provocó una ola de rechazo mundial.
Según la Asociación para la Asistencia de los Presos Políticos, 2.138 personas han muerto por la represión de las autoridades, mientras que casi 15.000 personas han sido arrestadas de forma arbitraria.