Vuelta al Mundo se denomina la expedición de cerca de cuarenta jóvenes iberoamericanos de quienes desde el jueves pasado recorren España y Portugal.
El homenaje es para los líderes de esta gesta el portugués Fernando de Magallanes y el español Juan Sebastian Elcano, en el 500 aniversario del viaje.
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El planetario de Pamplona ofrece esta experiencia estelar junto a una exposición de maquetas en la que se muestran los preparativos y las naos (barcos de casco redondo) que se utilizaron en este viaje fundamental para el comercio y el intercambio en el mundo.
La actividad dentro del planetario parte de la obsesión del rey español Alfonso X El Sabio por la astrología dos siglos antes de la primera vuelta al mundo y, tras unos minutos de contexto histórico, arranca un viaje estelar desde la ciudad española de Toledo.
Claves de la vuelta al mundo
Tras observar el cielo de Toledo, en el que se pueden ver nítidamente astros claves para la navegación en el hemisferio norte, como la estrella polar o la osa mayor, el cosmos vira para llevar al visitante hasta el Estrecho de Magallanes, punto clave en la travesía.
De ahí a las islas de la Polinesia y a Filipinas, donde la expedición española “tuvo serios problemas de ataques, muertes de navegantes y el fallecimiento del propio Magallanes”, que colocó a Elcano al frente de la expedición, indicó en la visita el director del planetario, Javier Armentia.
Las estrellas “fundamentales” para la vuelta al mundo
Las estrellas y el conocimiento de los marinos sobre ellas fue “fundamental” para la navegación, pues “los europeos aprendieron a navegar mirando a las estrellas”, dijo a EFE Armentia.
Lo hicieron “cruzando el Atlántico o dando la vuelta al mundo, en base a observaciones astronómicas, conociendo las corrientes marinas, midiendo cuánto se desplazaba cada nave, era un montón de trabajo y había varias personas en cada expedición que se encargaban de ello”, explicó.
“Navegar por el mundo supone un conocimiento astronómico que los europeos en un principio no tenían, estaban acostumbrados a navegar en el hemisferio norte.
El mismo (Cristóbal) Colón en su tercer viaje va más hacia el sur y se da cuenta de que pierde la estrella polar”, también conocida como “navegalia” por su función clave para la orientación.
Astros del hemisferio sur
Es por ello que los marinos europeos, para dar la primera vuelta al mundo, tuvieron que conocer los astros del hemisferio sur: “Cuando nos acercamos el ecuador, esa estrella polar desaparece, hay otras, pero hay que aprender a conocerlas y a manejarlas”, apuntó.
Pese al éxito naval europeo, Armentia compartió que “ahora se sabe que otras culturas descubrieron eso” en épocas similares.
“Permitieron grandes navegaciones de una forma similar, todas las culturas mirando al cielo se dieron cuenta de que servía como calendario, reloj o brújula, era la forma de orientarnos, mirando al cosmos”, reflexionó.