La sesión parlamentaria comenzó a las 10.00 hora local (04.00 GMT) con la lectura de los procedimientos de la votación por el presidente de la Cámara, Mahinda Yapa Abeywardena, quien fue el primero en depositar su voto en una urna en el centro de la cámara.
Entre los tres candidatos a tomar las riendas del país se encuentra el actual presidente interino, Ranil Wickremesinghe.
El político accedió inicialmente al cargo de primer ministro del Gobierno de Rajapaksa en sustitución del hermano del exdirigente, Mahinda Rajapaksa, que se vio obligado a abandonar el puesto el pasado 9 de mayo cuando sus seguidores atacaron a manifestantes en Colombo.
Wickremesinghe fue nombrado presidente interino tras la salida de Gotabaya Rajapaksa, y cuenta con el apoyo de parte de una facción del Sri Lanka Podujana Peramuna (SLPP), la formación del depuesto presidente.
A pesar de ser uno de los favoritos, la candidatura de Wickremesinghe ha enfurecido a los manifestantes, que llevan reclamando su dimisión desde que accedió al puesto de primer ministro y han amenazado con protestas si resulta elegido.
El segundo candidato es Dullas Alahapperuma también cuenta con el apoyo de una parte del Sri Lanka Podujana Peramuna (SLPP) y del líder opositor Sajith Premadasa.
Anura Kumara Dissanayake, de la coalición izquierdista NPP, es el tercer político en liza, aunque los analistas piensan que es el que cuenta con menos posibilidades frente a los favoritos Wickremesinghe y Alahapperuma.
El país isleño sufre desde hace meses escasez de medicamentos, alimentos y combustible, provocada en parte por el gran endeudamiento, erradas políticas gubernamentales, y el impacto de los atentados de Pascua y la pandemia en el turismo.
Esta situación dio lugar a protestas por toda la isla desde finales de marzo, cuando miles de personas comenzaron a salir a las calles para pedir la dimisión de Rajapaksa por su gestión de la crisis económica.
El pasado 9 de julio, centenares de manifestantes irrumpieron en las residencias oficiales de Rajapaksa y de Wickremesinghe, obligando al presidente a abandonar su cargo y el país.
El nuevo Gobierno deberá retomar las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre un posible rescate financiero de Sri Lanka.