“No hubo relámpagos ese día, por lo que fue un incendio humano y está bajo investigación. Eso es todo lo que realmente puedo decir al respecto en este momento”, señaló el superintendente del Parque de Yosemite, Cicely Muldoon.
El Servicio Forestal estadounidense explicó que los más de mil bomberos que trabajan en la zona han conseguido alejar las llamas de las secuoyas, pero que estas se han extendido hacia el este hasta acercarse a otro parque protegido, el Sierra National Forest.
Si a principios de semana el incendio, denominado Washburn, estaba contenido en un 25 %, ahora el porcentaje ha bajado hasta el 17 %.
Las llamas, que comenzaron el 7 de julio en el interior del área protegida, obligaron a evacuar a cientos de visitantes y habitantes de localidades cercanas pero no propiciaron el cierre de otras áreas del parque, aún abiertas a turistas.
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Yosemite es uno de los parques nacionales más populares de EE.UU., un paraje natural que entre sus atracciones cuenta con el monolito El Capitán y el bosque Mariposa, donde algunos de los árboles, con edades de hasta 2.000 años, alcanzan alturas de casi 80 metros.
Scott Gediman, portavoz del parque, dijo a los medios que el fuego forma parte del proceso natural de los bosques y ayuda a la subsistencia de la secuoyas porque contribuye a que las semillas salgan de los conos y regenera el suelo y el hábitat, pero un incendio como el actual puede provocar importantes daños.