En un comunicado de la Cancillería, Venezuela recordó las luchas conjuntas para la fundación de sus repúblicas y recalcó la importancia de "hacer que la diplomacia y el respeto se impongan como mecanismo de relacionamiento entre dos naciones que enfrentan desafíos compartidos".
Además, se solidarizó con "las luchas del pueblo estadounidense" por "resistir" lo que califica como "un modelo político y económico que ya se ha hecho insostenible y que solo propaga pobreza y atraso".
"Que los esfuerzos desde el campo popular en ambos países sirvan para marcar el camino hacia el horizonte de una nueva humanidad donde impere el entendimiento y donde no haya cabida para la discriminación, la exclusión y la confrontación", dice la nota.
Venezuela y Estados Unidos mantienen relaciones tensas desde la llegada del chavismo al poder, en 1999. La tensión se agudizó aún más en 2019, cuando el Gobierno de Donald Trump reconoció al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino, un apoyo que mantiene la actual Administración de Joe Biden.
Tras el reconocimiento al líder opositor, el gobernante Nicolás Maduro ordenó la expulsión de los diplomáticos estadounidenses y la ruptura de las relaciones.
Después de tres años de confrontación y con los vínculos rotos, el pasado 5 de marzo, una delegación estadounidense visitó Venezuela para reunirse con Maduro, con el objetivo de acercar posturas y mantener comunicación sobre temas de interés para ambos países.
La visita se repitió la semana pasada para, según el mandatario venezolano, dar "continuidad a las comunicaciones iniciadas el 5 de marzo y para darle continuidad a la agenda bilateral" de ambos países, sin embajadores desde 2010, aunque con representación diplomática hasta 2019.