Condenada en un polémico juicio, Áñez fue acusada de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución cuando asumió el poder en 2019.
“Brasil está poniendo en práctica la cuestión de las relaciones internacionales, de los derechos humanos, para ver si le ofrece asilo” en el caso de que “el Gobierno de Bolivia concuerde”, dijo el gobernante.
Bolsonaro reveló que ha conversado sobre esa posibilidad con otros líderes suramericanos, entre los que citó al presidente argentino, Alberto Fernández, con quien dijo haber tratado sobre la situación de Jeanine Áñez en la reciente Cumbre de las Américas.
“Haremos lo posible para que venga a Brasil”, afirmó Bolsonaro, quien consideró que se trata de “una presa injustamente” por unos supuestos “actos antidemocráticos” después de que “ganó el grupo simpático” al expresidente Evo Morales.
El líder brasileño apuntó además que “alguno” de los condenados en el mismo proceso que Áñez podría estar en Brasil y aseguró que, si fuera el caso, “no va a salir de aquí”.
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Polémico juicio
Áñez asumió el 12 de noviembre de 2019 el mando interino del país como segunda vicepresidenta del Senado, dos días después de que Evo Morales renunció al poder, igual que todos los funcionarios en línea de sucesión presidencial.
La dimisión ocurrió en medio de la crisis política y social que estalló tras los comicios de octubre de ese año y denuncias de un supuesto fraude en favor de Morales, que rechazó esa posibilidad.
Estuvo en el poder un año y medio y fue sucedida por el actual presidente, Luis Arce, quien ganó las elecciones de 2020 como candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), al que también pertenece Morales.
Fue detenida en marzo de 2021 y el pasado 10 de junio condenada a 10 años de prisión por un tribunal de La Paz, que dictó la misma pena contra el excomandante de las Fuerzas Armadas Williams Kaliman, y el excomandante de la Policía Yuri Calderon, de quienes se desconoce su paradero.