Precisamente para reclamar acciones a los Gobiernos, las ONGs organizan la Marcha Azul por el Clima, convocada el 29 de junio en el Parque de las Naciones, el barrio lisboeta que acogerá la UNOC entre el 27 de junio y el 1 de julio, y que será el buque insignia de la actividad de la sociedad civil durante este evento internacional.
"El océano puede ayudar a apagar las llamas que queman nuestra casa pero si no actuamos ahora también está en peligro", reza la convocatoria a la marcha, que recuerda que esta conferencia es "determinante" para convertir en acciones las promesas sobre protección de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático.
En sus peticiones incluyen la preservación del 30% de los mares hasta 2030, uno de los objetivos de la agenda de Naciones Unidas.
Reclaman también recuperar ecosistemas marinos colapsados, prohibir la pesca de arrastre, avanzar en el Tratado de los Océanos y combatir la contaminación por plásticos.
Lisboa recibe la UNOC en un momento en el que la comunidad internacional tiene muchos frentes abiertos, como la protección del fondo marino, la gestión sostenible de la pesca, la minería y la emisión de residuos, que cada país encara desde un nivel de desarrollo diferente.
Consultadas por EFE, algunas de las principales ONG que acudirán a Lisboa esperan resultados positivos pese a que esta Conferencia no prevé compromisos vinculantes.
Entidades como Greenpeace, Asociación Naturaleza Portugal (ANP), en colaboración con WWF, o la portuguesa ZERO, entre otras, buscan exprimir esta semana de encuentros internacionales.
Laura Meller, líder de la campaña "Proteger nuestros océanos" de Greenpeace, explica a EFE que esta conferencia es "el último gran evento político" antes de las negociaciones finales de un pacto vinculante sobre la protección de los mares en el Tratado Global de los Océanos, que se debatirá en dos meses en Nueva York.
"El éxito de este evento será medido en agosto", advierte Meller.
La directora de Conservación y Políticas de ANP/WWF, Catarina Grilo, por su parte, espera que, incluso en un contexto económicamente adverso, los Gobiernos hagan "lo que es mejor para los océanos" y para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
"Quiero pensar que, a pesar de estas circunstancias, hay condiciones para mantener la agenda de los océanos como algo prominente dentro de las agendas globales y de las agendas nacionales", explica Grilo a EFE.
Además, tras las restricciones de la pandemia, la UNOC, que se desarrollará de forma presencial, puede ser precisamente un impulso a las negociaciones.
Carolina Silva, de Zero, cree que "habrá más consenso que divergencias" a pesar de las tensiones provocadas por la guerra de Rusia contra Ucrania o los conflictos comerciales entre Estados miembros de la ONU.
"Incluso Estados con tensiones políticas o económicas conseguirán negociar y encontrar puntos en común donde puedan avanzar por lo menos en esta cuestión específica, que es la preservación de los océanos", augura la ambientalista a EFE.
PROGRAMA ALTERNATIVO
Las ONG aprovecharán la cita de Lisboa para dialogar con delegaciones y organismos multilaterales y desarrollar su propio programa alternativo.
Además de la manifestación convocada para el día 29, en el ecuador de la conferencia, las ONGs estarán presentes en debates sobre economía azul, empoderamiento de la mujer, colaboración intergeneracional y compromiso de la juventud.
También en su agenda, la gestión de la biodiversidad de las aguas profundas, la lucha contra pesca ilegal o la apuesta por el carbono azul.
Los activistas advierten de que la conferencia no puede quedarse en un fenómeno de una semana y exigen a Gobiernos y empresas "aprovechar" el impulso y avanzar en la protección de los océanos, claves para la vida en la Tierra.