“Tras 41 años, 2 meses y 15 días, ¡libertad al fin!”, escribió Hinckley en su cuenta de Twitter.
El pasado 1 de junio, el magistrado de una de las cortes federales del Distrito de Columbia Paul Friedman consideró que, tras cuatro décadas de "supervisión", Hinckley "debería estar preparado para continuar con su vida".
En esa sesión tanto la fiscalía como la defensa de Hinckley coincidieron en que el acusado había completado de forma exitosa el periodo de observación de nueve meses marcado por Friedman en septiembre pasado, por lo que procedía que quedase en libertad pasados 15 días.
Friedman reconoció que, pese a haber intentado matar al presidente de EE.UU. y haber estado cerca de su objetivo, Hinckley, de 67 años, ha sido la persona más vigilada en el sistema de salud mental de EE.UU., "viviendo bajo un microscopio" que nadie más ha tenido.
Hasta ahora, Hinckley vivía bajo estrictas restricciones, que le fueron impuestas en julio de 2016, cuando salió del hospital psiquiátrico en el que fue internado después de que el 30 de marzo de 1981, con 25 años, abriese fuego contra Reagan a las puertas del Hotel Washington Hilton.
En julio de 2016, Hinckley dejó el psiquiátrico después de que se determinara que no suponía "un peligro ni para él ni para otros", y desde entonces reside en Williamsburg (estado de Virginia), a unos 250 kilómetros de Washington, con su madre, Jo Ann Hinckley, quien murió el año pasado.
Cuando se le permitió salir del hospital, el juez ordenó que Hinckley estuviera sujeto a estrictas condiciones que incluían desplazarse a Washington una vez al mes para recibir tratamiento psiquiátrico.
También tenía prohibido poseer armas o drogas y establecer contacto con los familiares de sus víctimas.
Además, se le impusieron restricciones para el uso de internet, aunque en 2020 obtuvo una autorización judicial para difundir música en línea en una cuenta a su nombre.
En el atentado de 1981, Hinckley hirió de gravedad a Reagan, que logró recuperarse tras recibir un balazo cerca del corazón.
Asimismo, hirió al secretario de prensa de Reagan, James Brady; al agente del Servicio Secreto Tim McCarthy, que se abalanzó sobre el mandatario para hacer de escudo, y al policía Thomas Delahanty.
Hinckley confesó haber atentado contra el presidente para atraer la atención de la actriz Jodie Foster y fue declarado no culpable en junio de 1982 debido a su enajenación mental.
Ronald Reagan falleció en 2004 a la edad de 90 años, pero sus hijos, Ron Reagan Jr. y Patti Reagan Davis, se opusieron siempre a la liberación de Hinckley.
Hinckley ya adelantó la semana pasada que una de las primeras cosas que hará ahora que es un hombre libre será dar un concierto el próximo 8 de julio en el barrio neoyorquino de Brooklyn.
A través de Twitter, Hinkley anunció su concierto de julio, que supondrá el pistoletazo de salida de una gira titulada "Redención", que lo llevará también a Connecticut y Chicago (Illinois).
Hinckley escribió que cantará 17 canciones originales acompañado de un batería y un bajo.