"No olvidemos el pueblo martirizado de Ucrania. No nos acostumbremos a la guerra como si fuera una cosa lejana", dijo Francisco al terminar la audiencia.
Y pidió "Que nuestro recuerdo, nuestro afecto y nuestra oración y ayuda vaya siempre a este pueblo que sufre tanto y está sufriendo un propio martirio".
El papa Francisco comentó en una conversación con los directores de las revistas culturales europeas de la Compañía de Jesús, cuya transcripción fue publicada ayer martes, "la brutalidad y la ferocidad con la que esta guerra está siendo librada por las tropas, generalmente mercenarias, utilizadas por los rusos. Y los rusos prefieren enviar chechenos, sirios, mercenarios".
Pero advirtió que "el peligro es que veamos sólo esto, que es monstruoso, y no veamos todo el drama que se está desarrollando detrás de esta guerra, que quizás fue de alguna manera provocada o no evitada".
También explicó que para buscar soluciones a esta guerra, "hay que alejarse del patrón de que Caperucita Roja era la buena y el lobo era el malo. Aquí no hay buenos y malos metafísicos, de forma abstracta".
En este charla, el papa también elogió el heroismo de los ucranianos. "Gente valiente. Un pueblo que no tiene miedo de luchar. Un pueblo trabajador y al mismo tiempo orgulloso de su tierra. Tengamos en cuenta la identidad ucraniana en este momento. Esto es lo que nos conmueve: ver ese heroísmo", apuntó.