El libro, escrito originariamente en inglés por los estudiosos de Asia Peter Gordon y Juan José Morales, rescata un episodio olvidado de la historia del Nuevo Mundo: el "tornaviaje", descubierto en 1565, una ruta marítima desde Filipinas hasta México que unió China y el resto de Asia con la América española durante casi 250 años y dio lugar a la fundación de Manila (1571).
La presentación se llevó a cabo este martes de manera virtual en Casa Asia de Madrid, en colaboración con el Instituto Cervantes de Pekín y la Biblioteca Miguel de Cervantes de Shanghái.
Los autores insistieron en la importancia de los caminos mercantiles anteriores a la ruta de la seda, cuya denominación definió Morales como una creación "del siglo XIX que solo tuvo éxito a principios del XX".
Del mismo modo, consideró las relaciones con Asia como catalizadoras de elementos culturales y económicos (el budismo, la seda, el papel...), algo que ratificó Wei Jingxiang, profesor invitado de la Universidad de Economía y Comercio Internacional de Pekín, al recordar la figura del padre Jacobo, primer sinólogo en introducir el confucianismo en Europa.
Sin embargo, Jingxiang no dudó en hacer referencia a los procesos imperialistas de evangelización en los que el cristianismo era impuesto por la fuerza y el individuo era aislado de su cultura autóctona.
La filóloga María Elvira Roca Barea, autora del prólogo, definió el descubrimiento de la ruta de la plata como un hito superior al viaje de Fernando de Magallanes, que se proponía llegar a la Especiería (Molucas) navegando hacia el oeste desde España.
Tras la traducción de "La plata y el Pacífico" al español, se espera que el ensayo pueda estar disponible en chino próximamente.
Otro libro, “Andrés de Urdaneta en su Tornaviaje. Mar de Valientes”, presentado hoy en Sevilla (sur español), rinde homenaje a un personaje "injustamente olvidado", a pesar de que en 1565 logró la "hazaña náutica" de unir Asia con América.
Esta novela, del periodista y docente Carlos Pérez Ariza, explica que esta ruta fue un anhelo de los navegantes, muchos de los cuales murieron en el intento.
Fue el fraile agustino Urdaneta quien consiguió establecer un trayecto marítimo seguro para el comercio entre las dos orillas del Pacífico, Filipinas y México, el famoso Galeón de Manila.
Urdaneta "ha sido injustamente olvidado y escasamente valorado entre la inmensa nómina de héroes de aquellos años de descubrimientos", resaltó el autor, profesor honorario de la Universidad de Málaga (sur español).