Bachelet (alta comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos) y Grynspan (secretaria general de la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo) señalaron que en las actuales negociaciones en la OMC deben aprobarse medidas para paliar la escasez de alimentos que la guerra ha generado en los países pobres.
En su carta abierta a los participantes de la ministerial que se celebra del 12 al 15 de junio en Ginebra, Bachelet y Grynspan pidieron que los 164 miembros de la OMC acuerden no imponer restricciones a la exportación de alimentos a los países menos desarrollados ni a los importadores netos de estos bienes básicos.
También reclamaron apoyo financiero y técnico para que esos países puedan tomar medidas de protección social con el fin de evitar un agravamiento de sus crisis alimentarias.
Las dos altas funcionarias de Naciones Unidas expresaron su deseo de que el posible acuerdo para paliar la actual crisis alimentaria, uno de los que se negocian en la reunión ministerial, "allane el camino a un fortalecimiento del sistema multilateral de agricultura".
También expresaron su esperanza en que se decida en la OMC la obligación de no imponer restricciones a las exportaciones con fines humanitarios para el Programa Mundial de Alimentos, algo a lo que 80 países ya se comprometieron en 2021 pero que se ha convertido en una cuestión urgente este año a causa de la guerra en Ucrania.
Esa guerra "ha incrementado el resto de falta de alimento y hambruna para decenas de millones de personas", señaló la carta abierta de Grynspan y Bachelet, recordando que los países africanos se ven obligados a importar un 80 por ciento de sus alimentos y un 92 % de sus cereales a economías de otros continentes.
Rusia y Ucrania concentraban un 25 % de las exportaciones de trigo y el 15 % de las de cebada, entre otros productos básicos, por lo que la guerra entre ambos, unida a las sanciones y el bloqueo marítimo ruso en el mar Negro han agravado la crisis alimentaria mundial que ya había aflorado durante la pandemia.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calcula que los precios del trigo han aumentado un 56 % en un año, los de aceites vegetales un 45 % y los de fertilizantes, otro producto del que son grandes exportadores Rusia y Ucrania, un 128 %.