“Debido a las limitaciones impuestas al papa por la gonalgia y a las necesidades litúrgicas específicas de la celebración, no se celebrará la Santa Misa y la procesión con la bendición Eucarística de la fiesta del Corpus Christi”, comunicó el Vaticano en una nota.
En las pasadas celebraciones, como la misa por la festividad de Pentescostés el pasado 5 de junio, o la canonización de varios beatos, el papa Francisco estuvo presente en primera fila sentado en una silla de ruedas y leyó la homilía preparada para la ocasión, mientras que la misa fue oficiada por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del colegio cardenalicio.
En esta ocasión, se ha decidido por cancelar definitivamente esta misa que Francisco antes de la pandemia solía celebrar en alguna parroquia de la periferia romana.
Los problemas en la rodilla derecha también hicieron aplazar, a una fecha aún sin definir, el viaje a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur previsto para principios de julio por consejo de los médicos, debido a sus dolores en la rodilla, informó hoy el Vaticano.
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Los médicos aconsejaron al papa no hacer esfuerzos para no comprometer los resultados de las terapias en la rodilla que comenzaron hace algunas semanas y sobre todo basados en infiltraciones y descanso.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, destacó que el viaje se ha "aplazado y no anulado", afirmó que se están viendo mejorías en la evolución de los dolores de rodilla y que "siente menos dolor", pero que "los médicos han explicado que un esfuerzo excesivo podría hacer que volviese a la situación anterior y no recuperar las ventajas logradas hasta ahora".
Hace algunos días, durante la reunión con los obispos italianos, Francisco les confesó que no quería operarse y que continuará con las infiltraciones para curar su dolencia, según reveló el diario “Il Messagero”.