Según los datos publicados por el Ministerio del Interior, a las 17.00 locales (15.00 GMT) había votado el 39,42 % de los electores registrados.
Es un porcentaje inferior al 40,75 % que se había constatado a la misma hora en la primera vuelta de las legislativas de 2017, al 48,31 % de 2012, al 49,28 % de 2007 y al 50,51 % de 2002.
En la primera vuelta de los comicios legislativos de 2017, al final de la jornada se había alcanzado un récord de abstención para este tipo de comicios, con un 51,3 %. Una cifra que es susceptible de ser superada hoy.
Los colegios electorales en la Francia metropolitana abrieron esta mañana a las 8.00 locales y cierran a las 18.00 en las zonas rurales y en las pequeñas ciudades, y a las 20.00 en las grandes urbes.
La participación será una de las claves de esta jornada en la que, según habían anticipado las encuestas de los últimos días, el bloque de candidatos vinculados al presidente Emmanuel Macron, que se presentan bajo la marca Ensemble, podría quedar casi empatado con la nueva coalición de izquierdas que lidera Jean-Luc Mélenchon.
Un triunfo de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES) de Mélenchon, que ha conseguido convertirse en la protagonista de la campaña, sería una sorpresa y le daría un impulso de cara a la segunda vuelta que se celebrará el próximo 19 de junio.
No obstante, dado que la NUPES no cuenta con reservas de votos para esa segunda vuelta, todos los institutos demoscópicos han augurado que Ensemble será el primer grupo en la nueva Asamblea Nacional.
La cuestión es si el bloque macronista dispondrá, como ha ocurrido en los cinco últimos años, de una mayoría absoluta -es decir al menos 289 de los 577 diputados- o se tendrá que conformar con una mayoría relativa, que le obligaría a negociar con otros grupos sus proyectos legislativos.
Ese último escenario dificultaría mucho la puesta en práctica del programa electoral con el que Macron ganó las elecciones presidenciales del pasado mes de abril.